La noticia se conoció el viernes pasado, cuando los principales funcionarios de Brasil y del sector se reunieron en Praia da Fazendinha, en la ciudad de Macapá, para anunciar y celebrar el lanzamiento del despliegue del cable de fibra óptica subfluvial que, a lo largo de 770 kilómetros, conectará a esa ciudad con Santarém, en Pará, y cuyo trabajo se desarrollará a lo largo de todo el mes.
El objetivo de esta iniciativa, tantas veces anunciada y discutida, es otorgar enlaces de alta calidad u velocidad a un millón de personas que se encuentran a lo largo de los cinco municipios alcanzados en esta primera etapa.
“Una red típica de telecomunicaciones en la Amazonía, enterrada o posteada, podría provocar la destrucción de 68 millones de árboles. Lo que tendremos es una red subfluvial que llegará a las principales comunidades sin suelo arbóreo”, sostuvo en ese marco Fábio Faria, ministro de Comunicaciones (MCom) de ese país en el comunicado oficial, en relación a la elección de un despliegue que no involucre la tala de un recurso cada vez más valorado: los árboles.
Esta apuesta forma parte del Programa Amazonía Integrada Sostenible (PAIS) que, en total, involucra 12.000 kilómetros de fibra que se desplegarán a través de los ríos Amazonas, Negro, Solimões, Madeira, Purus, Juruá y Rio Branco, para ofrecer enlaces de conectividad a 10 millones de habitantes dispersos en 58 ciudades; es una iniciativa del Gobierno local, realizada por el MCom, y que contempla una inversión de alrededor de 17 millones de dólares (94 millones de reales).
“Si actualmente tenemos 40 millones de brasileños sin Internet, solo con este proyecto resolveremos alrededor del 25 por ciento del problema que tenemos en el país”, dijo Faria a la prensa local en el acto de lanzamiento de la red que operará un consorcio abierto considerado como operador neutro
Y, a la sombra de esta iniciativa Norte conectado y como consecuencia de los compromisos asumidos durante la subasta de 5G, el país verá construir a lo largo del tiempo otras seis infovías.
