Millicom no se queda quieto. La operadora regional continúa moviéndose en distintas direcciones y comienza a recibir los frutos de sus estrategias, mientras encara otras, nuevas. La compañía decidió robustecer su negocio de nube y las unidades de negocios que, hasta ahora, funcionaban de manera independiente en su propio entorno de nube se integrarán a través de la incorporación de una solución de VMware para ganar eficiencias en toda la operación. Mientras, el mercado financiero la aplaude.
La operadora, que actúa bajo la marca Tigo en nueve países de América latina, decidió modificar su estrategia de nube: tenía una diferente para cada uno de sus equipos, como el de TI, el telco, y el de BtoB. Cada uno de ellos operaba en su propio entorno de nube, sin una política ni un gobierno común, sin un modelo operativo único, sin un estándar en definitiva. A partir del acuerdo con VMware, la operadora uniformará la prestación de servicios con la incorporación de WMware Cloud como su infraestructura de nube privada común a las distintas operaciones y unidades de negocio.
La expectativa es que, con esta introducción, Tigo se vuelva más ágil y eficiente pues eliminará silos que estaban separados, ubicados en distintos lugares y reducir, así, el tiempo de comercialización cada vez que se implementan los servicios e incorporar nuevas prestaciones de manera más flexible.
A partir de la incorporación de esta solución para las operaciones en la nube, Tigo comenzará a tomar decisiones más orientadas hacia 5G puesto que los servicios en la nube forman parte del esqueleto comercial de la red de quinta generación. Así lo hizo saber Xavier Rocoplan, vicepresidente ejecutivo y CTIO de Millicom, para quien “los socios tecnológicos estratégicos como VMware jugarán un papel fundamental en la configuración del futuro de Tigo, ya que esperamos llevar 5G y otras tecnologías vanguardistas a Latinoamérica. La implementación de servicios 5G requiere flexibilidad en la forma en que trasladamos las cargas de trabajo a través de la red. VMware nos ayudará a lograr nuestras necesidades de agilidad y escalabilidad de forma más eficiente y continuará siendo nuestro socio en el proceso de transformación de la nube que iniciamos hace tres años”.
Ninguno de los mercados de la región en que opera Tigo se ha lanzado a 5G de manera formal, lo que demuestra una preparación anticipada de la operadora de cara a los futuros despliegues de esa tecnología, sea por impulso de los países para que inicien sus propias pruebas piloto, sea por efecto de una licitación.
Por eso, Sanjay Uppal, vicepresidente senior y director general de la unidad comercial de proveedor de servicios y la periferia de VMware aseguró que “los proveedores de servicios de todo el mundo se encuentran en diferentes etapas de su proceso de modernización de la red. Tigo tiene una base sólida para su transformación digital y está en camino de monetizar los servicios de 5G que cambiarán la forma en que sus clientes trabajan y viven”, aseguró.
Mientras avanza con este proceso de transformación digital en la operación a nivel regional, la compañía continúa recibiendo buenas noticias en algunas de sus filiales. Y, una vez más, fue Colombia la protagonista, subsidiaria en donde experimenta una de las competencias más fuertes de la región.
Moody´s otorgó a la filial colombiana la calificación Baa3, que corresponde a grado de inversión, una de las calificaciones más altas obtenidas por empresas establecidas en este país.
Fundamentó esa determinación en el robustecimiento de la operación, y a su posición competitiva, pues consideró que Tigo es el jugador número dos de las telecomunicaciones de este país. Destacó la estrategia de diversificación de sus ingresos y la estabilidad en el flujo de caja “pese a un complejo entorno macroeconómico y regulatorio que ha venido desacelerando el sector de las telecomunicaciones en Colombia”, tal como lo expresó la compañía en el comunicado difundido.
Lo cierto es que esta calificación le viene de maravillas a Tigo. La compañía accedió hace dos meses a un préstamo del BID Invest por 153 millones de dólares para ampliar el acceso y la conectividad de banda ancha móvil en Colombia. Recibir esta calificación la ubica en una posición mucho más fuerte frente al mercado financiero que suele mirar con lupa estas cuestiones cuando llegan solicitudes de créditos para expansión de infraestructura, tal el proceso en el que se encuentran diversas operadoras de telecomunicaciones en Colombia, y en América latina en general.
En el último año, la operadora decidió concentrar esfuerzos en América latina e inició un proceso de desinversión en sus operaciones de África, aunque todavía no terminó de abandonar esa región en su totalidad.
La empresa busca convertirse en el principal jugador de la región después de América Móvil y Telefónica, que se reparten la mayor parte del negocio en América latina. Y lo hace a través de la búsqueda de la expansión de las redes y de la mejora de la calidad del servicio que, hoy como ayer, terminan siendo el factor preponderante para elegir entre un operador y otro.
