Millicom se concentra en América latina pero ¿le alcanza para ser el tercer operador de la región?

Millicom se concentra en América latina. La compañía anunció este lunes que firmó un acuerdo para vender sus operaciones en Tanzania y su participación en AirtelTigo, un joint venture (JV) con el que tenía presencia en Ghana. De este modo, la operadora termina de retirarse del continente africano y pone todas sus fichas en nuestra región.

A través de un comunicado, la empresa informó que la filial de Tanzania fue vendida a un consorcio liderado por Axian, conformada por un grupo de inversores africanos que fue parte del conglomerado que adquirió las operaciones de Millicom en Senegal en 2018.

En Ghana, en tanto, donde la operadora compartía un JV con Barthi Airtel Limited, la compañía transferirá su parte en AirtelTigo al gobierno de ese país. Como parte de ese acuerdo, la empresa embolsará 25 millones de dólares.

Mauricio Ramos, CEO de Millicom, sostuvo que el proceso de desinversión en África apunta a concentrarse en las actividades en América Latina donde, admitió, las velocidades de los servicios de banda ancha todavía se mantienen bajos respecto de los estándares que se advierten en los mercados más maduros. Por esa razón, aseguró que “a través de nuestra estrategia de inversión estamos llevando altas velocidades de conexión en banda ancha fija y móvil a las comunidades que atendemos” para luego señalar que la compañía se focalizará en la región.

Una primera mirada permite advertir que Millicom buscará fortalecerse como el tercer operador de telecomunicaciones de América latina, un lugar que, podría decirse, está en franca disputa con Liberty Latin America. Ambas compañías tienen dispuestas sus fichas de modo variado a lo largo y ancho del continente. Y de ahí que surjan preguntas. ¿Lo que, finalmente, embolse Millicom por su desinversión en África, será volcado totalmente a América Latina? En principio parecería que sí, teniendo en cuenta lo afirmado por Ramos. Pero ¿en qué se volcará? ¿En mejorar la capacidad de sus redes actuales, ampliarlas, o adquirir otras compañías para aumentar su presencia? ¿O un poco de todo?¿La estrategia que siga será para consolidarse, finalmente, como el tercer operador de telecomunicaciones de América Latina?

Sin desconocer que las respuestas a estas preguntas sólo pueden darse hoy en un escenario de plena especulación, basta mirar los números de Millicom y de Liberty Latin America para aventurar posibles escenarios pues lo que a primera vista parece estar claro es posible de ser cuestionado cuando se pone la lupa sobre los distintos números.

Comencemos por sus balances. Millicom finalizó 2020 con una facturación de 4.171 millones de dólares, 3,8 por ciento menor en la comparación interanual. Las razones de la caída de los ingresos se debió, principalmente, a los efectos de la pandemia. Liberty Latin America, en tanto, cerró 2020 con ingresos por 3.800 millones de dólares en una situación prácticamente idéntica a la de 2019 cuando había totalizado una facturación de 3.900 millones de dólares.

La situación es prácticamente idéntica en uno y otro caso. La diferencia de facturación las ubica casi al mismo nivel pues cualquier movimiento que lleve adelante una u otra operadora la puede poner al frente de la otra o retrasarla, de modo que con la facturación solamente no es posible determinar cuál de los dos es el tercer operador de la región.

Entonces veamos qué cantidad de clientes tiene una y otra. Millicom cuenta con casi 23 millones de clientes tanto de banda ancha fija como móvil en los distintos países en los que opera. Por su parte, Liberty Latin America posee más de 10 millones de clientes, entre sus servicios fijos y móviles, siendo los primeros los predominantes con más de 6,1 millones de unidades generadoras de ingresos.

En esta foto queda más evidenciada la prevalencia de Millicom sobre Liberty Latin America. Y un mejor posicionamiento en esto de ser el tercer operador de la región. Pero aún no es suficiente. Para poder tener una mejor imagen es necesario observar al mismo tiempo cómo es que tienen repartido su juego en el mapa latinoamericano.

Millicom tiene a Colombia y Guatemala como dos de sus principales países pues allí acumulan la mayor cantidad de clientes tanto en fija como en móviles. En lo referido al servicio móvil, Bolivia, Honduras, Paraguay, El Salvador y Panamá le siguen en cantidad de líneas.

En banda ancha fija, como se dijo, se repite la historia con Colombia y Guatemala, para luego completarse por cantidad de clientes con Bolivia, Panamá, Paraguay, El Salvador, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. En todos los casos lo hace con su propia marca. En Bolivia, Paraguay, Panamá, Honduras, Guatemala y El Salvador es donde la compañía tiene sus mejores participaciones de mercado.

¿Qué pasa con Liberty?  Es controlante de BTC en Bahamas, de Cabletica en Costa Rica, de  Flow —que ofrece sus servicios en el grueso de las islas caribeñas—, de +Móvil en Panamá, de UTS —también con dominio en el Caribe-, y de VTR en Chile. Esto, sin olvidar que controla Cable & Wireless (C&W), con operaciones en 18 países de la región.

Las fichas de uno y otro jugador están puestas en distintos mercados y, prácticamente, no compiten entre sí salvo excepciones, como en Chile y Costa Rica, y en Colombia todavía está por verse pues, hasta ahora, la jugada de Liberty sobre Telefónica en ese país no han terminado de llegar a ningún puerto.

Este ejercicio de ver en dónde está uno y otro nos lleva, obligadamente, a indagar en otro concepto, no menor en el mercado de las telecomunicaciones, y que tiene que ver con el ARPU. Es aquí, en definitiva, donde se juega la fortaleza de uno y otro más allá de la cantidad de clientes, de los kilómetros de fibra desplegada, de la facturación anual y de la cantidad de países en que se ubique uno y otro.

El ARPU 2020 de Liberty Latin America alcanzó los 48,76 dólares para los servicios fijos, y los 12,68 dólares para los móviles en 2020. Los de Millicom se encuentran por debajo de esos niveles: al tercer trimestre de 2020 el de servicios fijos no alcanzaba los 28 dólares (27,9 dólares en su balance) mientras que el de móvil se ubicó en los 6,7 dólares. Esta sencilla comparación pone a Liberty en una posición de mayor fortaleza frente a Millicom.

Al desprenderse de sus operaciones en África, Millicom dejará de percibir unos 366 millones de dólares en concepto de facturación, aunque no se conoció cuánto recibirá por los más de 20 millones de clientes que gestionaba en ese continente, de los cuales más de 13 millones correspondían a servicios móviles, y algo más de 7 millones a fijos.

A partir de ahora, habrá que ver qué movimientos da la compañía en pos de fortalecerse en la región, tal como lo expresó Ramos: si decide ampliar operaciones en otros países o fortalecer las existentes con nuevos despliegues y servicios con el objetivo de mejorar su posición en términos financieros.

Ambos operadores dieron cuenta del impacto de la pandemia en sus balances pero, aún cuando 2021 continuará mostrando sus dificultades en un contexto regional con economías debilitadas, tienen en claro que deben seguir moviéndose si no quieren quedar rezagadas en un mercado que, aún así, se muestra competitivo.

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