T-Mobile comenzó a ofrecer un servicio 5G de acceso fijo inalámbrico (FWA, por su sigla en inglés) para el hogar para los clientes prepagos que usan el servicio Metro. La compañía, que ya venía comercializando esta alternativa, decidió apostar a los usuarios que contratan su servicio bajo la modalidad prepaga como una forma de continuar sumando adherentes.
T-Mobile fue el primer operador móvil de los Estados Unidos en implementar FWA, lo que le permitió finalizar 2021 con unos 646.000 suscriptores a ese servicio.
Pero como su ambición de cara a 2025 es alta, pues pretende contar con una base de siete a ocho millones de clientes en 5G FWA, decidió encarar al segmento prepago, bajo el argumento de que la banda ancha doméstica es, ahora, una necesidad.
La operadora cubre a más de 30 millones de hogares con FWA. De hecho, el mes pasado lo puso disponible en 62 nuevas ciudades, lo que muestra la agresiva estrategia comercial que encara y la búsqueda por permear, inclusive, a los públicos que, por diversas razones, no terminan de contratar su servicio bajo un contrato.
El 5G FWA cuesta 50 dólares por mes y la instalación asciende a 99 dólares. Un costo que es similar al de cualquier otro servicio de banda ancha de fibra óptica o, inclusive, de tecnologías anteriores.
