AlfaCrux es la iniciativa que reunió a estudiantes y docentes de la Universidad de Brasilia (UnB) para desarrollar un nanosatélite que busca explorar los beneficios y las potencialidades de esta tecnología de comunicación, pero también de las posibilidades de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y que hace pocas horas fue puesto en órbita con éxito. Junto a ellos trabajó y trabaja la empresa española Alen Space, quien aportó sus instalaciones y su programa de capacitación al respecto y conocida como Hands-on Training Programme; como también la Fundación de Apoyo a la Investigación de Distrito Federal (FAPDF, por sus siglas en portugués) y de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), para estudiar los efectos del clima espacial en las comunicaciones satelitales en latitudes ecuatoriales.
El viernes último o el primer día de abril, este nanosatélite fue puesto en órbita por SpaceX y viajó en el cohete Falcon-9, de Elon Musk, junto a otros 39 satélites de envergadura similar. El aporte de la casa de altos estudios involucró el desarrollo de la misión completa del nanosatélite que, por sus características se denomina CubeSat (tiene 10cm por 10cm por 10cm), como también su operación una vez en órbita. Se trata de una iniciativa que se había planificado orbitar antes que culminara 2021 pero que hace pocas horas alcanzó ese logro.
“El lanzamiento del cohete fue exitoso y tuvo lugar a primera hora de la tarde desde Cabo Cañaveral, Florida (Estados Unidos). Llamada Trasporter-4, esta es la cuarta misión de la compañía destinada a llevar pequeños satélites al espacio”, publicó el medio local TeleSíntese sobre esta iniciativa que busca ampliar la conectividad en las zonas remotas mediante soluciones de bajo costo.
“Se llama Alfa Cruz en honor a la estrella Alpha Crucis, la más brillante en la constelación de la Cruz del Sur (Crux), y una de las más brillantes que se pueden ver en el cielo. La motivación para elegir este nombre tiene que ver con el hecho de que esa constelación es la más conocida de las que podemos ver en el hemisferio sur. Tiene especial importancia en navegación y orientación, siendo conocida desde la época de los antiguos griegos” dijo Renato Borges, profesor de la UnB y coordinador de la iniciativa, en una entrevista otorgada tiempo atrás a los medios locales y en la que también precisó que esa estrella forma parte de la bandera brasilera y en su escudo de armas: “Es sinónimo de guía, referencia y también de responsabilidad y excelencia. En ese sentido, resumen los objetivos generales de esta misión: convertirnos en una referencia de excelencia y dedicación, y un ejemplo a seguir para el avance de las actividades espaciales en esta era del New Space”.
Cabe señalar, además, que los datos que recopile este nanosatélite estarán disponibles mediante Internet y ayudarán al Laboratorio de Simulación y Control de Sistemas Aeroespaciales de la UnB, en el monitoreo de este CubeSat; además de constituirse como un gran activo para la formación del estudiantado interesado.
La tendencia es generalizada en la región y la apuesta habla del interés por generar masa crítica y creadora en la carrera satelital. Otro buen ejemplo proviene de Argentina, pues fue hace apenas tres meses que estudiantes de un colegio de nivel secundario marplatence ponía en órbita al picosatélite MDQubeSAT1, también mediante la infraestructura de SpaceX.
