La evolución de las redes desde los viejos Dynamic Spectrum Sharing (DSS) hasta el advenimiento de los sistemas NonStandaone (NSA) y Standalone (SA), al igual que la aparición de casos concretos de uso, también integraron la agenda del Enrich CALA Hybrid – The Connected Experience. Realizada por TeleSemana.com este miércoles en San Pablo, Brasil, la jornada sumó la ponencia de Carlos Alberto Camardella, Telecommunications Engineering Consultant de Claro Brasil, operador que se encuentra en pleno despliegue de redes 5G tras adquirir espectro en la subasta de noviembre de 2021.
El recorrido por las posibilidades que ofrecían las redes antecesoras y la potencialidad que inaugura 5G fue obligado, como también el recordar que en 2016 el operador fue el primero en crear un laboratorio para su desarrollo y hasta la demostración de vehículos autónomos y más. “Considerando la preparación de modernización de la red móvil en abril de 2018, terminada desde hace varios años, la base para la inspiración desde entonces fue la modernización”.
“Vamos a empezar con 5G en las nuevas frecuencias adquiridas en el pliego por NSA y SA”, recordó Camardella, señaló que el 5G de CDF es una tecnología que permite el compartimiento de espectro y que, por ser NSA, necesita una portadora 4G, que también trafica datos. “Pero cuando vamos a las nuevas portadoras, todas serán privadas” dijo el ejecutivo y precisó que “cada equipo operará en 5G como esté configurado, o sea que no necesitará de estructura diferenciada”.
La evolución tecnológica es la que le permite, por ejemplo, garantizar una bajísima latencia y garantía de seguridad, pero también habilidades dedicadas para la industria 4.0, el agronegocio y algunas aplicaciones específicas y críticas de diversos verticales.
“Lo importante es no canibalizar a los usuarios 4G” dijo el ejecutivo y admitió que trabajan en la activación de 5G para darle a ese usuario lo que necesita. En ese plan, por ejemplo, también avanzan con terminales que son SA por naturaleza y “así matamos dos pájaros de un tiro”, simplificó.
Pero también su ponencia fue un espacio en el que desmitificar algunas versiones como, por ejemplo, la idea de que van a necesitar 10 veces el número de antenas y 100 veces el número de apenas 4G: “eso no es verdad, ni aunque estuviéramos hablando de una cobertura nacional. Entonces, ¿qué es lo que pasa con la frecuencia de 3.5? La banda más alta que tenemos es la de 600 MHz y vemos una dificultad de penetración y de atenuación de espacio libre, pero en el radio masivo, a partir del momento que estemos disponibles, ya podremos vencer esa limitación”.
Tanto el Down Link como el Up Link depende de los terminales. “El terminal tiene limitaciones de potencial, de ganancia, de antena, de consumo, de batería, ¿qué hacer? Hay dos opciones para solucionar este problema, que no es tan serio. O se ponen estaciones radiobase intermediarias, o sea con un 50 por ciento más de sitios o se usan otras cosas que trae el 5G y que puede ser usar la portadora 4G como ancla para proveer esa cobertura que falta”.
“A no ser que haya una explosión de demanda del mercado, por mucho tiempo vamos a atender la demanda de 5G usando estas técnicas de mejoras de cobertura. Incluso, porque si queremos poner todo lo que se podría poner de 5G, vamos a complicar la distribución de kits para TBR o un exceso de sitios 5G 3600”, explicó, llevó por tranquilidad a la mesa y apuntó al despliegue de estrategias progresivas.
Camardella también se refirió al ecosistema 5G y sostuvo que se basa “100 por ciento en cloud computing: no es algo parecido a tener que montar una estructura que le dé soporte. Además, cuanto más cerca del cliente, cuanto más cerca la aplicación, el tratamiento de la aplicación de donde se recoge el tráfico, menor será la latencia que tendrá la red. Y no es solo la reducción de la latencia de la red, es también del procesamiento de la aplicación. Ahí empezamos a tener la idea de que 5G se convirtió en parte de la solución”, concluyó.
