Costa Rica lleva más de 14 días bajo un ciberataque complejo y la asunción del nuevo presidente, Rodrigo Chaves, se concretará en este escenario. Es el Gobierno de Costa Rica el que está siendo atacado desde mediados de abril, sin que hasta el momento pueda detenerse. De hecho, este viernes, se supo que el Ministerio de Educación de ese país no ha podido tramitar hasta el momento el 99 por ciento de las solicitudes de vacaciones, además de existir inconvenientes en el pago de salarios de casi un millar de empleados de ese organismo.
Aunque el Gobierno saliente sabe que se trata de un problema de seguridad nacional, de alerta máxima, las acciones del grupo Conti, sospechado de impulsar estos ciberataques, no cesan mientras, en paralelo, todos los días se descubre que hay o un nuevo organismo o un nuevo municipio afectado por las acciones.
La crisis se desató cuando, luego de la Semana Santa, se advirtió que los sistemas de los ministerios de Hacienda; de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones; y de Trabajo y Seguridad social, entre otros organismos, habían sido atacados por un ransomware, lo que motivó al Gobierno a encarar el tema con la máxima prioridad.
Lo curioso es que el tema de la ciberseguridad no apareció, hasta ahora, como los temas sobre los que tendrá que trabajar con énfasis el presidente electro, Rodrigo Chaves, quien asumirá este domingo en un contexto de crisis de ciberseguridad porque, hasta ahora, nada indica que esta historia haya terminado.
Y si las preocupaciones de Costa Rica pasan hoy por la economía, la educación, la desigualdad y la corrupción, si no están atravesados por las políticas en materia de ciberseguridad remontar esos sectores será arduo. ¿Por qué? Porque es uno de los países de la región que más inversión extranjera directa atrae, aún cuando esos niveles han venido cayendo desde 2007 a la fecha, cuando alcanzó su pico máximo al alcanzar un 8,3 por ciento de participación sobre el PBI, según datos del Banco Mundial. En 2020, ese índice se ubicó en el 3,4 por ciento pero, aún así, sigue siendo uno de los principales factores que impulsan la economía de este país.
¿Y qué tiene que ver esto con la ciberseguridad? Las empresas miran con mucha atención esta situación. “Ha habido mucha inversión extranjera directa y si no se soluciona esto, va a ser un problema a futuro”, confió a TeleSemana.com una fuente vinculada con la problemática de la ciberseguridad y relacionada con la situación que se atraviesa en el Gobierno de este país.
Amazon, Uber, Intel, Sykes, Concentrix, son algunas de las compañías que apostaron a Costa Rica, gracias a las políticas de atracción de inversiones. Forman parte del conglomerado de 360 multinacionales que se instalaron en este país en los últimos años, que emplean a más de 163.000 costarricenses, y que solo en el último año, experimentaron un crecimiento de 13,4 por ciento en creación de nuevos puestos de trabajo, de acuerdo a datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (CINDE).
Para estas empresas la ciberseguridad es un aspecto clave, más allá de que el problema hoy pase por el sector público. La definición de una política en materia de ciberseguridad se erige como una prioridad en función de la situación que se vive y que tiene preocupadas no solo a las autoridades sino también a la sociedad en su conjunto.
Los medios de Costa Rica están repletos de artículos en los que se brinda información sobre cómo asegurar la empresa, cómo prevenir ciberataques, cómo cuidar los datos, cómo avanzar con esquemas seguros, una muestra de que la alarma se ha extendido a la ciudadanía en su conjunto.
Fue la razón por la que la fuente consultada sobre el tema destacó que “es necesario contar con fuerzas especiales para poder prevenir y frenar los ataques. Si no se hace una conciencia de que esto es una situación que está sucediendo con frecuencia, de manera escalonada, y sofisticadamente evolutiva, vamos a sufrir esto cada vez más”, concluyó, con preocupación, cuando faltan apenas 48 horas para la asunción del nuevo presidente.
