Alerta global: la brecha digital móvil se profundiza entre géneros en territorios de bajos ingresos

Las mujeres siguen teniendo mayores dificultades (que los hombres) al momento de acceder a la inclusión digital, según lo identificó la GSMA en su nuevo reporte sobre brecha de género y acceso a Internet móvil. El trabajo, titulado en inglés como Mobile Gender Gap Report 2022, reflejó la expansión del acceso a este tipo de conectividades en los países de ingresos bajos y medianos (LMIC, por sus siglas en inglés) y advirtió que, si bien se “continúa a buen ritmo” de adopción, se “corre el riesgo de dejar a las mujeres aún más rezagadas”. El alerta está dado, sobre todo, porque es la primera vez que la GSMA registra una tendencia “tan negativa”: el 60 por ciento de las mujeres de estos territorios usan Internet móvil, en comparación con el 71 por ciento de los hombres.

El trabajo, publicado por estas horas, muestra que sólo 59 millones de mujeres se sumaron en 2021 al uso de Internet móvil, frente a las 110 millones registradas en 2020; y se contrasta -además- con las tasas de crecimiento siempre positivas alcanzadas entre hombres. E, inclusive, advierte que entre 2017 y 2020 la tasa de brecha se redujo del 25 por ciento al 15 por ciento, pero que el impulso alcanzado se “perdió” en el último informe pues “las mujeres ahora tienen un 16 por ciento menos de probabilidades que los hombres de usar Internet móvil; porcentaje que equivale a 264 millones menos de mujeres que hombres que usan Internet móvil”, advierte la organización.

“Durante décadas, Internet móvil ha transformado la vida de las mujeres en todo el mundo, especialmente en países de ingresos bajos y medianos”, dijo Mats Granryd, director general de GSMA, y advirtió que “las preocupantes estadísticas de nuestro Mobile Gender Gap Report 2022 muestran que se necesita hacer mucho más para evitar que las mujeres se queden atrás en la economía digital”.

“Las instituciones, corporaciones y gobiernos de todo el mundo deben centrarse en la importancia de la inclusión y buscar activamente combatir tales desigualdades”, instó Granryd y aseguró que “la GSMA se compromete a trabajar con los operadores móviles y las partes interesadas gubernamentales para abordar esta tendencia negativa y garantizar que las mujeres no se pierdan el poder transformador de la tecnología móvil, dondequiera que vivan en el mundo”.

El informe -además- permite poner el foco en las regiones estudiadas y advertir qué posibilidades tienen las personas para utilizar Internet móvil, independientemente de poseer o no un teléfono. Y, por ejemplo, arrojó que, en América Latina y Caribe, pasó del seis por ciento en 2017 al uno por ciento en 2021; mientras que en el Este de Asia y su zona Pacífico, pasó del cinco por ciento al dos por ciento.

Inclusive, en el sur de Asia, que es tradicionalmente la región con la brecha de género móvil más amplia, el repunte fue más notorio y la brecha de género en Internet móvil se redujo significativamente, al pasar del 67 por ciento en 2017 al 36 por ciento en 2020, pero ahora se amplió al 41 por ciento.  Con todo, el promedio advirtió que en 2017 había un 25 por ciento de posibilidades de uso y que en 2021 ese porcentaje fue del 16 por ciento.

La encuesta, realizada a lo largo de una decena de países, exhibió que las mujeres “siguen siendo menos propensas que los hombres a poseer un teléfono móvil y utilizarlo”, pero también exhibió que en esos territorios en los que hay menor penetración móvil, existen mayores brechas de uso. La conclusión surgió de la posibilidad recurrente de estudiar estos mercados y, en ese marco de homogeneidad, también hubieron excepciones.

Un buen ejemplo fue Kenia y Nigeria, donde existen altos niveles de propiedad de teléfonos móviles entre hombres y mujeres, pero donde las brechas de género de Internet móvil son amplios y estimados en el 38 por ciento y 36 por ciento, respectivamente. “En Kenia, la popularidad de M-Pesa, Safaricom oferta de dinero móvil, parece haber impulsado la propiedad móvil entre hombres y mujeres, pero todavía hay una aceptación relativamente baja de internet móvil, especialmente entre las mujeres”, dice.

El abordaje reiterado a esos mercados también exhibió que mientras que el uso de Internet móvil se redujo en Kenia y Pakistán (aunque todavía sustancial), se amplió en India, Bangladesh, Nigeria y Guatemala. En India y Bangladesh, por ejemplo, son los hombres quienes incrementaron el uso de Internet móvil, frente a la estabilidad registrada entre mujeres; y en Nigeria, el uso entre hombres se incrementó y desaceleró el de mujeres.

En la región latinoamericana y del Caribe, a su vez, tanto hombres como mujeres han incrementado el uso de Internet móvil, pero los hombres tuvieron una mayor tasa de crecimiento. En México, el 91 por ciento de los hombres y el 90 por ciento de las mujeres tienen dispositivos propios, mientras que el uso de Internet móvil se reparte entre el 83 por ciento y el 80 por ciento, respectivamente.  En Guatemala, ese GAP es mayor: el 83 por ciento de los hombres tienen dispositivos propios, frente al 73 por ciento de las mujeres, mientras que el 77 por ciento de ellos usan Internet móvil frente al 66 por ciento de ellas.

“Estos hallazgos son particularmente significativos, ya que los dispositivos móviles siguen siendo la forma principal en que las mujeres acceden a Internet en los países de ingresos bajos y medianos, y los beneficios de la conectividad a Internet pueden cambiarles la vida”, dijo la GSMA en su reporte y señaló también la importancia que la conectividad móvil tuvo en el período más crudo de la pandemia de covid-19, cuando las poblaciones enteras debieron confinarse en sus hogares y este tipo de accesos propició dar continuidad a las labores de trabajo, de estudio, realizar consultas médicas como también mantener vivos los vínculos afectivos.

Inclusive, el reporte advierte que los operadores hicieron su aporte para colaborar con el achicamiento de la brecha digital pero evaluó que “no pueden trabajar de forma aislada”, por considerarlo un problema global que requiere de más actores; al tiempo que advierte la necesidad de seguir apostando a la “acción concertada y colaborativa” para garantizar que las desigualdades de género “no se afiancen aún más”.

El documento completo está disponible aquí y sirve como disparador para repensar, reflexionar y profundizar las estrategias tendientes a resolver un problema que, a priori, puede parecer atemporal pero que sigue siendo difícil de revertir y todo esfuerzo, suma.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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