La innovación digital de los sectores productivos y su estrecho vínculo con las potencialidades del desarrollo y despliegue de 5G, la capilaridad de la banda ancha y sus usos, fueron algunos de los tópicos abordados en el LATAM ICT Congress 2022, evento organizado por Huawei y realizado el jueves y viernes últimos en Cancún, México. Allí, diferentes actores de la industria dieron definiciones acerca del presente y del porvenir de la industria. Entre ellos, Martin Creaner, director general de la Asociación Mundial de Banda Ancha (WBBA, por sus siglas en inglés), propuso reflexionar acerca de la importancia que implica ponderar al segmento industrial en el desarrollo de 5G, al recordar el vínculo estrecho que existe entre la disponibilidad de la banda ancha y el éxito económico de los países.
En ese marco, el ejecutivo propuso reflexionar acerca de las claves que permitan potenciar a la región e invitó a hacerlo sobre cuatro premisas, en donde la políticas públicas regulatorias, la innovación de los segmentos verticales, la mejora en la calidad de la conectividad y el despliegue de las redes de banda ancha fueran el foco.
Lo cierto es que la ponencia de Creaner tuvo como base al informe mundial elaborado por la WBBA en colaboración con Omdia, China Telecom, Huawei y Nokia, entre otros, analiza la necesidad de sumar esfuerzos e inversiones en banda ancha para respaldar el crecimiento socioeconómico continuo, y por ello hace foco en las barreras que pueden impedirlo y las acciones que -a su entender- los gobiernos y las organizaciones pueden hacer para aportar de forma positiva.
“Aunque complejo de cuantificar completamente, la importancia de la conectividad de banda ancha en el desarrollo socioeconómico es innegable. Solo el mercado global de suscripciones de banda ancha tenía un valor de más de 356.000 millones de dólares a fines de 2021 y respalda una industria de TIC más amplia que generalmente representa entre el dos por ciento y el siete por ciento del PIB total de un país” dice el reporte que no se queda en esa sentencia y va por más.
Y subraya que: “Los beneficios de la banda ancha van mucho más allá de aquellos que pueden monetizarse directamente. Las redes de banda ancha ahora se utilizan para respaldar una amplia gama de industrias, desde la fabricación hasta las instituciones de salud y las instalaciones educativas, además de respaldar más aspectos sociales como el bienestar y la igualdad social”. Y en ese marco, el ejecutivo advirtió que la próxima generación de las comunicaciones propiciará nuevas oportunidades.
El informe –disponible en el portal del WBBA– recuerda el análisis realizado por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) y en el que se advierte que “las tecnologías de banda ancha ayudan a hacer crecer las economías nacionales a través de la monetización tanto directa como adyacente” y que cuanto mayor era la penetración de banda ancha en un país, más capaz era ese territorio de aumentar la digitalización de sus producciones y de impulsar de forma positiva su impacto económico.
“Curiosamente, la UIT descubrió que esto contrasta directamente con el impacto de la banda ancha móvil, que tiende a tener un impacto mucho mayor en las economías emergentes con menor penetración, con un efecto menor a medida que aumenta la penetración, en gran parte debido a la disminución de los rendimientos”, recuerda.
Pero la densidad de la conectividad importa tanto como su calidad. “A diferencia de otros servicios públicos como el gas y la electricidad, con banda ancha, la calidad de una red es importante ya que las de mayor velocidad y menor latencia pueden admitir una mayor cantidad de aplicaciones basadas en la nube más sofisticadas. Este conjunto más amplio y avanzado de aplicaciones de Internet puede ayudar a impulsar aún más la riqueza y la eficiencia general de un país”, amplió el reporte.
En el marco de su presentación, Creaner recordó que, tal como lo expresa el informe, “todos los tipos principales de tecnología de acceso de banda ancha (xDSL, módem por cable, FWA, FTTP y satélite) han avanzado significativamente a lo largo de los años. Sin embargo, todavía se reconoce que las redes basadas en fibra proporcionan las redes de comunicación más sostenibles y preparadas para el futuro de todas, con mayor ancho de banda, estabilidad, confiabilidad y latencia reducida”.
Y, sobre este escenario conocido, el reporte y el orador apuntaron al futuro para recordar que “la aplicaciones futuras exigirán más” y citaron la encuesta que la WBBA realizó durante el cuarto trimestre de 2021 a 150 ejecutivos: 75 proveedores de servicios de banda ancha y a otros 75 ejecutivos de empresas ajenos a la industria de las telecomunicaciones en la que identificaron que “los proveedores de servicios de banda ancha esperan que las futuras aplicaciones de los consumidores continúen requiriendo mayores velocidades de descarga y carga, así como un mayor nivel de consistencia del servicio”.
“Curiosamente, los proveedores de servicios no esperan un requisito de latencia aún más bajo en comparación con las aplicaciones existentes, al menos a corto plazo. Sin embargo, en el mediano a largo plazo, a medida que las aplicaciones en la nube se vuelven cada vez más avanzadas y de naturaleza en tiempo real, el requisito de latencia ultra baja y fluctuación, además de velocidades ultra altas, es inevitable”, reforzó.
Parte de ese escenario lo pincelan las capacidades que estas redes inauguran, vinculadas a las experiencias sensoriales como las de realidad aumentada (AR) y virtual (VR), y que a lo largo de 2022 se volverán más comunes las experiencias de realidad mixta (MR), aún emergentes. Ejemplo de esto fue el metaverso y la expectativa que elementos como las gafas AR y los auriculares MR, hoy concentrados en una penetración del 2,3 por ciento de los hogares del mundo, según Omdia; se habrán generalizado para 2025.
Del mismo modo, se producirán otros fenómenos como “las demandas de la red por parte de las aplicaciones de RM serán enormes, con aplicaciones de realidad virtual de ultra alta resolución que requerirán velocidades de red de al menos 1 Gbps y una latencia de extremo a extremo de 8 ms o menos” mientras la industria de juegos, quizás la más representativa de este nicho, se trasladará a la nube. Entre ambas serán capaces de generar un negocio de 200.000 millones de dólares hacia 2025.
“El crecimiento empresarial continuo y la innovación son clave para el éxito del PIB. Ante los desafíos del covid-19, la demanda de conectividad de banda ancha y ancho de banda dentro de las empresas ha aumentado significativamente y se espera que siga aumentando. Tanto las empresas como los ecosistemas industriales más amplios están analizando activamente el papel de la banda ancha para permitir la transformación digital de las empresas y los sectores verticales de la industria para combatir la marea de incertidumbre en este momento”, dice el reporte y recuerda que el 56 por ciento de los encuestados empresariales admitieron necesitar de una Internet más “rápida y confiable” para ejecutar sus aplicaciones comerciales.
“Mirando hacia el futuro, las industrias se están moviendo hacia una transformación digital más fundamental proporcionada por una mejor conectividad”, dice el reporte casi a modo de conclusión y recuerda que los fabricantes utilizarán IoT e IA para automatizar sus operaciones, que la educación digital seguirá creciendo, que la adopción de la telemedicina sólo va en aumento y que el cierre de la brecha digital y la maximización de los beneficios socioeconómicos son dos aristas más de todo este proceso.
