En Brasil, los operadores ya activaron 5.275 antenas 5G que permiten dar servicio en 27 ciudades capitales. Sí, Brasil mantiene el ritmo previsto y ofrece un saldo positivo al balance de su primera fase de implementación, en la que estaba previsto llegar a 2.528 antenas al 28 de noviembre.
Hace horas, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) confirmó que la banda de 3,5 GHz está disponible para encender este jueves el servicio en cinco ciudades del norte del país Belém (Pará), Macapá (Amapá), Manaos (Amazonas), Porto Velho (Rondônia) y Rio Branco (Acre). Aunque, por la falta de una licencia, el encendido se daría 24 horas después, tal como lo confirmó TeleSíntese.
De todos modos, se llega al objetivo propuesto y compromiso asumido de encender todas las ciudades capitales en el primer año, hasta el 28 de noviembre de 2022 (plazo dos veces prorrogado).
“A pesar de las postergaciones -el plazo inicial era julio-, la agencia consideró que el trabajo de la Entidad Administradora de la Franja ( EAF/Siga Antenado) y del Grupo de Monitoreo de Interferencias (Gaispi) fue exitoso. Pero aún no se vislumbra un avance sobre las demás etapas”, dice Moisés Moreira, consejero de Anatel y presidente del Grupo de Monitoreo de Interferencias (Gaispi) a Teletime, sobre el desarrollo de este cronograma.
Con todo, ya son 27 las ciudades que se encienden con esta tecnología, tras sumarse estas cinco a las 22 progresivamente encendidas, hasta hace dos semanas.
La licitación de 5G en Brasil, realizada hace casi un año, será recordada como una licitación considerada no recaudatoria, al involucrar compromisos de inversiones que garanticen el despliegue de las infraestructuras.
Lo cierto es para el balance general todavía falta, pues hay mucho por delante. Por ejemplo, las ciudades con más de 500.000 habitantes, para las que el plazo original de encendido era el 1 de enero y Moreira explicó también que no habría forma de adelantarlo, dado que existe otro plazo asociado, de 90 días y que comenzaría ahora, destinado a comunicar la migración de la banda C a la banda Ku y distribuir los kits.
“Realmente hay una intención en ese sentido, pero aún no ha sido deliberada por Gaispi. Quizás sea un tema en la agenda de la próxima reunión, el día 11”, dijo el consejero.
“Fue una fase inicial, en mi opinión, una fase más difícil y de aprendizaje, no éramos del todo conscientes de los problemas que podían pasar, pero superamos los obstáculos”, sostuvo Moreira al medio local y valoró a todo este proceso como “un trabajo exitoso”.
