La Argentina y Chile plantearon diversos desafíos a América Móvil en el tercer trimestre del año. La primera está soportando el impacto de la alta inflación, que se observa en precios que no alcanzan a emparejar los aumentos – y, por ende, provocan una contracción de la facturación- mientras la segunda se encuentra en pleno proceso de integración con VTR, lo que supone sincerar la nueva base de clientes, con todo lo que ello supone en términos de ingresos.
Pero vamos por partes.
Claro Argentina finalizó el período comprendido entre julio y septiembre de 2022 con 23,8 millones de clientes al sumar en este período a 105.000 nuevos clientes. En relación a la Unidades Generadoras de Ingresos (UGIs) de línea fija, la compañía ya totalizó 2,4 millones de clientes al agregar 255.000 en el trimestre entre las que se destacaron 95.000 accesos de banda ancha, lo que supuso un incremento de 54 por ciento en la comparación interanual. Pero “el aumento en precios no alcanzaron a la inflación real, lo que afectó los ingresos”.
La facturación de Claro Argentina en este período fue de casi 430 millones de dólares (66.300 millones de pesos argentinos). En moneda local se trató de una reducción de 12,8 por ciento en la comparación interanual, producto de “una contracción del 18,4 por ciento en los ingresos por servicios que se compara con -10,7 por ciento en el segundo trimestre”, alertó la operadora.
A los aumentos de precios planificados insuficientes para enfrentar la inflación real se sumaron las limitaciones de los consumidores que también están mostrando el impacto de la crisis. “Los consumidores se han sentido más limitados en términos de ingresos disponibles y tuvimos más presión en el ARPU”, agregó la compañía.
Los ingresos por servicios móviles fueron 19,8 por ciento menores en relación al mismo período del año pasado, mientras que los ingresos por servicios fijos disminuyeron 10,2 por ciento en términos reales”.
El EBITDA fue 14,5 por ciento menor, al alcanzar los 172,5 millones de dólares (26.700 millones de pesos argentinos), con un margen EBITDA que, equivalente al 40,2 por ciento de los ingresos, fue 0,8 puntos menor al del mismo período de 2021. No obstante, la compañía promete dar pelea en este país, razón por la que sostuvo que “Claro continúa liderando la portabilidad numérica móvil. Estamos comprometidos a destacar en la experiencia del cliente, aún con desafíos inflacionarios”.
¿Qué pasó en Chile?
Se recordó que a principios de octubre se recibió la autorización para concretar la alianza con VTR cuya previsión es que la operación combinada “estará mejor posicionada para aumentar el acceso y la cobertura en el país y generará beneficios para sus clientes”.
En cuanto a los servicios móviles, la operadora cerró septiembre con 7,2 millones de suscriptores, 5,4 por ciento más que el año anterior.
En cuanto a las UGIS, contabilizaron 1,2 millones aunque en este período debieron desconectar 51.000 unidades fijas en el período.
“Los ingresos totales disminuyeron 21,5 por ciento debido a que los ingresos por servicios cayeron 10,9 por ciento y los ingresos por equipos bajaron 51,4 por ciento durante el año. En el segmento móvil, los ingresos por servicios bajaron 15,7 por ciento y en el segmento fijo 5,2 por ciento”, informó la operadora.
Finalmente, Claro Chile registró un EBITDA superior a los 16,7 millones de dólares (16.600 millones de pesos chilenos), equivalente al 9,9 por ciento de los ingresos.
Con distintos desafíos a ambos lados de la Cordillera de los Andes, América Móvil debe trabajar duro en estos países para enfrentar las diversas coyunturas.
