El Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia realizó un estudio sobre el precio del espectro radioeléctrico en el país, de cara a las definiciones que tiene que tomar el Gobierno y sugiere que “deben tener en cuenta en su valoración un marcado deterioro de varios indicadores macroeconómicos en pro del mejoramiento de la conectividad colombiana”. Pero también observó la brecha digital en el país y explicó las razones por las cuales es un reflejo de la brecha socioeconómica.
El análisis realizado compara y analiza la relación entre el aumento de la cobertura de servicios móviles (de voz y datos) y las mejoras en variables socioeconómicas (de empleo, salud, educación y producción) y explica por qué una mayor cobertura impactaría positivamente.
“El principal aporte del diagnóstico que publicó el CID sobre el impacto positivo de los servicios móviles de voz y datos en el desarrollo socioeconómico de Colombia tiene que ver con la relación que tiene la cobertura móvil con la productividad del país y, sobre todo, con el cierre de brechas socioeconómicas que todavía están presentes en el país” dice el documento y ejemplifica que “si Colombia logra un aumento adicional de 350.000 suscriptores de servicios móviles, podría generar un aumento adicional de 4.000 cotizantes a salud. Además, el mismo aumento de usuarios de voz y datos podría significar un aumento del empleo formal en casi dos puntos porcentuales”
“Los precios del espectro en Colombia son entre dos y tres veces más altos que los precios internacionales, por lo que una fijación del precio adecuada, en coherencia con las condiciones macroeconómicas del país es indispensable, de tal manera que se facilite la consecución de objetivos de desarrollo socioeconómico para el país”, valoró Karoll Gómez Portilla, investigadora principal del análisis al momento de profundizar sus observaciones en lo concerniente al espectro y a la coyuntura sectorial.
Así, el trabajo pondera que “el costo de espectro en las renovaciones de 2019 y 2021 duplica el valor de la asignación de 2011 (en términos reales), así como también representa más de dos veces los valores que arrojan los comparativos de precios internacionales de precios del espectro” dice y precisa que en la banda de 1900 MHz a 0,0076 dólares (36,25 pesos colombianos) por MHz, por población por año, y estima que se está 1,7 veces por encima de los precios de referencia del CID, que coinciden con comparativos de precios internacionales realizados por otros consultores especializados.
El estudio también tuvo un fin propositivo y consideró que los precios que se establezcan para 2023 tengan en cuenta “el deterioro de la economía frente a las condiciones del momento en que el espectro fue asignado, que muestran cómo ha aumentado la inflación, alcanzando a la fecha alcanzan dos dígitos, y como se ha devaluado el peso frente al dólar, que lleva a que se presencie la tasa de cambio más alta de la historia, todo lo cual afecta las condiciones de inversión de la industria móvil”.
Cabe recordar que, en diálogo con TeleSemana.com, Samuel Hoyos, presidente de Asomóvil comparó los precios del espectro local con los internacionales, y que este estudio también señala: que oscila entre los 0,25 dólares y los 0,26 dólares en Colombia, frente a un rango que se mueve entre los 0,07 dólares y los 0,19 dólares en la media internacional.
A este escenario se le suma la investigación de la Maestría en Ciencias Económicas, realizada por Jesús Fernando Barrios, en la que se hace hincapié en la necesidad de trazar políticas públicas que conviertan a Internet en una “herramienta de desarrollo social”.
El diagnóstico realizado advierte que “existe una brecha digital enorme cuando se compara el acceso a Internet entre los sectores rurales y urbanos. Más grave aún, entre quienes lo usan existe un alto grado de analfabetismo digital, debido a que la utilización se limita al consumo en redes sociales y no a la producción de conocimiento y la potencialización del aprendizaje, como ocurre en países desarrollados”.
En el abordaje, presentado aquí, probaron que la desigualdad en el acceso se relaciona estrechamente con el nivel de ingreso, de educación y de la zona donde se ubique la persona o la comunidad y que solo el 43,3 por ciento de los hogares tiene acceso a la “superautopista de la información”, con mayor probabilidad para aquellos que viven en las cabeceras, que es del 70 por ciento.
“En los centros poblados y áreas rurales dispersas solo el 34 por ciento hace uso del servicio”, dice el estudio en el que se refleja también la brecha de género, dado que los hombres hacen mayor uso que las mujeres y que la brecha es, sobre todo, socioeconómica: en los estratos cinco y seis (los más acomodados) la cobertura es superior al 80 por ciento, cuando en el primero es de un 29 por ciento; sumado a que el uso de Internet “disminuye con la edad, pero aumenta según el nivel de estudio”.
El trabajo también observa las razones que aducen las personas para no utilizar Internet, entre las que se destacan el no saber usarlo (43,8 por ciento), el no considerarlo necesario (29,91 por ciento) y la falta de infraestructura (26,27 por ciento), entre otras.
“El gobierno tiene retos enormes para convertir el Internet en un activo productivo para Colombia. Por un lado, debería hacer grandes esfuerzos para invertir en infraestructura y llegar a los territorios donde la empresa privada no lo hace. Por otro, establecer políticas públicas que permitan crear las condiciones para que esta tecnología sea usada como herramienta de formación, para crear contenidos de valor, incentivar el comercio electrónico, utilizar la banca electrónica y acceder al gobierno en línea, entre otras posibilidades”, dijo el investigador y docente Jesús Fernando Barrios.
