El 2023 se presenta como un año desafiante para las proveedoras de equipamiento chinas en Europa. Alemania está evaluando si prohibirá ciertos componentes de Huawei y ZTE en sus redes de telecomunicaciones, especialmente 5G. Esto sucede cuando, a finales de este año, debe cumplirse la orden de Gran Bretaña para que las operadoras de telecomunicaciones eliminen los equipos y servicios de Huawei de sus redes centrales.
El Ministerio del Interior confirmó el pasado martes que el gobierno alemán estaba efectuando una revisión general de los proveedores de tecnología de telecomunicaciones, aunque aclaró que esta evaluación no apunta a fabricantes en particular.
El veto incluiría a piezas ya en uso en las redes 5G. Y esta decisión de profundizar la revisión de los componentes que forman parte de su infraestructura de telecomunicaciones se inscribe en una revisión más general del gobierno alemán sobre su relación con China, especialmente luego de la invasión de Rusia a Ucrania, indicó la agencia DW.
Por su parte, la agencia Reuters accedió a un documento del Ministerio de Interior alemán en el que se desliza que sería posible prohibir a un proveedor específico de equipamiento de redes si se advierte que podría estar siendo controlado, directa o indirectamente, por el gobierno de otro Estado. Los únicos países de Europa que han tomado decisiones drásticas en relación a las proveedoras chinas de equipamiento han sido el Reino Unido y Suecia.
Las redes 5G que se están desplegando en Alemania están conformadas en un alto porcentaje por equipamiento de Huawei. Quienes critican tanto a esta empresa como a ZTE lo hacen bajo el argumento de que sus redes actuales 4G y futuras 5G -y 6G, evolución en la que ya trabajan gobiernos y empresas– podrían abrir la puerta a espías chinos y a quienes se dedican en el mundo a atacar infraestructuras críticas.
La Embajada de China en Alemania sostuvo que, de prosperar alguna medida similar a la que ya existe en Gran Bretaña y Suecia, el gobierno de ese país estaría “muy desconcertado y muy insatisfecho”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo, a su vez, en un comunicado que esperaba que Alemania “tomara una decisión independiente en línea con sus propios intereses, patrones económicos y reglas internacionales que no reciba la interferencia de un tercero”, en relación directa a Estados Unidos y las medidas que viene tomando contra las empresas chinas desde hace más de tres años.
Pero más allá de estas declaraciones, las que terminan preocupando más y no colaboran en nada para que caigan las sospechas sobre los equipos de Huawei y ZTE es el mismo gobierno chino que no sólo resalta la amistad que posee con Rusia sino que, el mismo día que se conoció la noticia de Alemania, el nuevo canciller chino en Estados Unidos, Qin Gang, no se cuidó de ser políticamente correcto cuando afirmó: “Con China y Rusia trabajando juntas, el mundo tendrá una fuerza motriz. Cuanto más inestable se vuelva el mundo, más imperativo es que China y Rusia hagan avanzar sus relaciones”. Declaraciones que, sin dudas, generan más sospechas en Europa.
Al ser consultados sobre esta situación, ambas compañías respondieron pero sin que ello haya motivado algún comunicado oficial. Un vocero de Huawei citado por la agencia de noticias se limitó a señalar que no efectúan comentarios sobre especulaciones y, como un mantra, reiteró que la compañía posee un “muy buen historial de seguridad”. Del lado de ZTE, su vocero agradeció la revisión externa y, en coincidencia con su rival chino, señaló que no se han presentado pruebas que den a entender que los productos no eran seguros.
A la hora de observar el comportamiento de las acciones o papeles que cotizan, la acción de ZTE no se vio afectada por esta situación. En el caso de ZTE, su cotización en Bolsa experimentó una caída el día que se conoció la noticia pero, luego, parecería encaminarse a una recuperación. Esta compañía había alcanzado un máximo en febrero pasado, y hoy se encuentra bastante estabilizada aunque al observar los gráficos de su comportamiento bursátil cinco años hacia atrás se advierte rápidamente cómo fue impactada por las medidas que tomaron los países contra las empresas chinas, especialmente Estados Unidos.
Huawei no cotiza en Bolsa pero sí participa del mercado a través de bonos que también fueron afectados por esta noticia, y que parecen estar recuperándose después de haber sufrido la mayor caída en noviembre del año pasado.
Deutsche Telekom (DT) y Vodafone son las principales clientes de las proveedoras de equipamiento chino. En 2021, Alemania aprobó una ley de seguridad de tecnología de la información que establece grandes obstáculos para los fabricantes de equipos de telecomunicaciones para redes de próxima generación, pero no se orientó a prohibir el equipamiento de compañías en particular.
Durante una sesión parlamentaria de febrero de 2023, el Gobierno de Alemania no pudo responder cuántas operadoras de telecomunicaciones estaban utilizando equipos de Huawei en sus redes. Hasta ahora, este país no ha dado muestras de querer seguir el camino trazado por Gran Bretaña, cuyo reemplazo total del equipamiento de Huawei debe culminar en 2027, ni por Suecia, proceso que debe finalizar en 2025. En el caso de España, este país ha demorado la decisión de declarar a Huawei “proveedor de riesgo” porque quiere un consenso más amplio.
En definitiva, el continente está cargado de sospechas y, ante la duda creciente, algunos países parecen estar tomando el tema con otro nivel de profundización. Todo en un contexto donde la Unión Europea también está interesada en que se aceleren los despliegues de 5G, la tecnología móvil de la gran batalla geopolítica.
