La soberanía, las democracias, los recursos naturales, la transformación digital, el cambio climático, la guerra en Ucrania y la coyuntura financiera internacional fueron algunos de los temas que se abordaron, este fin de semana, en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno, que se realizó en República Dominicana. Un compendio de lineamientos estratégicos, protocolo y acciones diplomáticas que, en relación a la cuestión digital, insta a colocar a las personas en el centro de los nuevos procesos de cambio.
El evento, que contó con la participación de los 22 países miembros (19 países de América Latina de lenguas castellana y portuguesa, más Andorra, España y Portugal) e invitados especiales, se desarrolló este 24 y 25 de marzo en Santo Domingo en una convocatoria que tuvo por lema “juntos por una Iberoamérica justa y sostenible”.
En ese marco, se abordó el listado de las consideradas urgencias iberoamericanas y las políticas públicas afines, vinculadas al medioambiente (los desafíos que impone el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación), los derechos digitales (la transformación digital inclusiva), la seguridad alimentaria (sus cadenas de suministro, el rol de la agricultura familiar y el acceso a instrumentos de financiamiento, pero también la infraestructura digital rural) y la arquitectura financiera Internacional (de cara a mejorar los procesos de recuperación de la post pandemia, la transición energética, la adaptación climática y de lucha contra la desigualdad), tal como se anunció en la formalidad.
La cita y el abordaje temático importa, no sólo porque la región enfrenta serios desafíos estructurales, sino porque el cambio climático y la necesidad de innovación productiva también imprimen nuevas urgencias. No sólo eso, la lógica financiera vigente exhibe grietas y problemáticas que impactan a todas las economías y se observa, por ejemplo, en el actual contexto de inflación globalizada y profunda crisis financiera que, tal como lo exhibe la cobertura de declaraciones realizada por parte de los primeros mandatarios regionales y publicada por Télam, contó con muchas de las declamaciones presidenciales que instaron al cambio.
Inclusive, la existencia de las más importantes reservas globales de litio, situadas en la región latinoamericana, también dio el presente en este cónclave. El litio es un recurso natural al calor del que se reúnen diversos temas como la sustentabilidad, la sostenibilidad, la transformación digital, la biodiversidad, la soberanía y los derechos humanos, entre muchos otros; y su importancia fue planteado por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al señalar las “importantes fortalezas” de América Latina, tal como la crónica de la agencia argentina lo precisa.
Este tipo de encuentros involucran la proclama de buenas intenciones y preocupaciones comunes respecto del presente y del porvenir, además de acciones diplomáticas cuyo alcance se confirma con el paso del tiempo. Sin embargo, resulta interesante resaltar la observación realizada por Gustavo Petro, presidente de Colombia, al advertir que la integración latinoamericana es retórica, e invitó a trabajar en esa construcción real mediante el desarrollo de un “pacto democrático” continental.
Pero más allá de las manifestaciones, el balance de cierre difundido involucró, por ejemplo, la aprobación de tres instrumentos: la declaración de Santo Domingo, el programa de acción de la XXVIII Cumbre Iberoamericana y el III Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana (PACCI) para el período 2023-2026; pero también se consensuaron 16 “comunicados especiales” para dar respuesta a los lineamientos planteados. A su vez, se erigieron cuatro instrumentos que sirven de lineamientos para las gestiones de gobierno: la carta medioambiental iberoamericana, la ruta crítica para alcanzar una seguridad alimentaria incluyente y sostenible en Iberoamérica, la carta iberoamericana de principios y derechos en entornos digitales, y el comunicado especial sobre arquitectura financiera.
¿Qué dice la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en Entornos Digitales? Pone el foco en centrar a las personas en el proceso de construcción de la sociedad de la información, y brega porque los derechos humanos sean protegidos en el entorno digital.
“La presente Carta de Derechos Digitales, elaborada a partir del trabajo realizado por el Grupo asesor de Expertas y Expertos constituido por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se construye sobre tal cimiento. Vivimos en una sociedad digital de cuyos entornos, dispositivos y servicios dependemos más cada día. En este contexto, no se trata necesariamente de descubrir derechos digitales pretendiendo que sean algo distinto de los derechos fundamentales ya reconocidos o de que las nuevas tecnologías y el ecosistema digital se erijan por definición en fuente de nuevos derechos. La persona y su dignidad son la fuente permanente y única de los mismos y la clave de bóveda tanto para proyectar el ordenamiento vigente sobre la realidad tecnológica, como para que los poderes públicos definan normas y políticas públicas ordenadas a su garantía y promoción”, dice en su primer párrafo de un documento de 19 páginas, disponible aquí.
Pero también precisa que “el objetivo de la Carta es descriptivo, prospectivo y asertivo”, al tiempo que “no tiene carácter normativo, sino que su objetivo es reconocer los novísimos retos de aplicación e interpretación que la adaptación de los derechos al entorno digital plantea, así como sugerir principios y políticas referidas a ellos en el citado contexto”. En suma, es un marco de referencia para las políticas públicas que fijó también la necesidad de fortalecer la cooperación para cumplir con los objetivos previstos en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
El próximo encuentro se realizará en Ecuador, en 2024, cuando la XXIX Cumbre Iberoamericana se reúna vaho el lema “Innovación, inclusión y sostenibilidad”.
