Hablar de alfabetización digital y de conectividad escolar siempre importa, no sólo por la mejora inmediata que significa para la vida de las personas a las que llega, sino por la perspectiva potencial que representa de cara al futuro. Por estas horas, dos experiencias bien concretas, protagonizadas por los operadores de telecomunicaciones Tigo Colombia y Movistar Chile, exhiben ejemplos claros de este tipo de apuestas.
En Colombia, Tigo y la Universidad Nacional (UNAL) se unieron para potenciar la innovación, achicar las brechas digitales, propiciar oportunidades y dar lugar a que los jóvenes talentos se desarrollen. En Chile, a su vez, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), Movistar Chile y Fundación Telefónica Movistar, inauguraron un campus virtual que beneficiará a 15.000 estudiantes de diversos niveles educativos de todo el país.
“Conectar cada vez a más colombianos nos obliga a innovar siempre”, dijo Marcelo Cataldo, presidente de Tigo en relación al vínculo que el operador tendió con la UNAL y valoró que “la academia es clave en la construcción de futuro. Reconocemos su carácter técnico, contribución al conocimiento y su interés en el intercambio permanente de saberes”.
El acuerdo entre Tigo y la UNAL busca que los jóvenes talentosos del país colaboren en la búsqueda de soluciones a los retos que enfrenta el operador de telecomunicaciones. El objetivo es “crear oportunidades, proyectos y espacios académicos para desarrollar soluciones que impacten en la operación de la compañía, y que a la vez permitan el desarrollo profesional de los estudiantes, apuntándole también a la diversidad generacional dentro de la empresa”, subraya el anuncio oficial.
Se trata de una iniciativa que tiene trayectoria en Tigo: 353 estudiantes técnicos y universitarios realizaron su práctica laboral en las oficinas del operador durante 2022. Inclusive, en 2019 se había creado el laboratorio de innovación conocido como TigoLab que permite que cualquier empleado pueda contribuir, con sus ideas, al logro de los objetivos corporativos. Gracias a esta acción ya se elevaron alrededor de 400 propuestas y, sólo en 2022 se recibieron 48 de las cuales, el 27 por ciento fueron ponderadas viables.
En el caso de la inauguración realizada en Chile, en la comuna de Puente Alto, la acción está vinculada a la impartición de educación digital, sincrónica y asincrónica, con acceso gratuito, dirigida al alumnado y a los docentes de todos los niveles educativos. Este modelo de campus funciona desde 2021, y sólo en 2022 más de 8.000 estudiantes provenientes de 120 establecimientos del país fueron parte de esta actividad; y la expectativa para 2023 involucra llegar a 7.000 nuevos participantes y totalizar los 15.000 beneficiados en dos años.
Bien cabe aclarar que, en este caso, la capacitación no está asociada a ningún tipo de conectividad, como fue el caso de la estrategia de los campus 5G que fueron desplegados en todo el país para generar el ecosistema asociado a esta evolución de las comunicaciones.
“El país aún tiene importantes oportunidades en cuanto a reducir la brecha digital”, dijo Roberto Muñoz, presidente de Movistar Chile y Fundación Telefónica Movistar, y subrayó el aporte que esta iniciativa propicia en materias como programación, habilidades de la empleabilidad futura, inteligencia artificial, robótica o la ciberseguridad.
En ese mismo sentido, Angélica Alarcón, directora de Fundación Telefónica Movistar, agregó que “la conectividad por sí sola no reduce la brecha digital, de hecho, puede hasta incrementarla si no se entregan las herramientas necesarias para su uso” y recordó que este campus está disponible todos los días del año, en todo horario.
Otro dato que pincela la necesidad de contar con este tipo de posibilidades es el que señala que, durante 2022, este espacio virtual recibió un millón de visitas, entre estudiantes, docentes, profesionales y personas en general, provenientes de Chile y también de otros países como Uruguay, Perú, Ecuador y Colombia. La expectativa para este 2023 es totalizar los dos millones de accesos.
