Favorecer los despliegues rápidos de infraestructura digital. Con ese objetivo en mente, la India busca crear una nueva figura regulatoria para fomentar la construcción de redes de manera ágil y llegar con más servicios a la población. Se trata del Proveedor de Infraestructura de Conectividad Digital (DCIP, por su sigla en inglés).
La propuesta forma parte de una acción impulsada por la Autoridad Reguladora de Telecomunicaciones de India (TRAI) como parte de una iniciativa más amplia, Digital India, orientada a promover la infraestructura digital con el objetivo de que impacte en el desarrollo socioeconómico del país, a través de la Industria 4.0, del fomento de las ciudades inteligentes, y del made in India.
Se trata de una idea que plantea “poseer, establecer, mantener y operar todos los dispositivos, aparatos, instrumentos, equipos y sistemas que se requieran para establecer las redes de acceso por cable, por radio (RAN), los sistemas Wi-Fi y los enlaces de transmisión”.
Divide, además, las comunicaciones digitales en cuatro capas: de aplicación, de servicios, de red y de infraestructura. Explica que esta recomendación se basa en que en este país “no se ha previsto (la existencia de) ninguna entidad para trabajar tanto en la capa de infraestructura como en la de red. Si una organización tiene que instalar elementos activos, se ve obligada a tomar una licencia unificada para el aprovisionamiento de servicios, incluso si no tienen la intención de hacerlo”, tal como lo señaló el medio especializado Ligthreading.
El regulador considera que es necesario crear esta nueva categoría de licencia con el objetivo de dar lugar a la conformación de una infraestructura de conectividad digital tanto activa como pasiva, pero que excluya a los elementos de la red central y el espectro. Esto impulsará, en su visión, el uso compartido de la infraestructura y reducirá sus costos. Para ello, esta nueva figura regulatoria debería funcionar tanto en la capa 1 (física) como en la capa 2 (dedicada a la transmisión de datos).
La norma también apunta a eliminar impuestos que hoy pagan otros licenciatarios del mercado. Hasta ahora, las empresas que son dueñas o poseen elementos de red activos tienen que abonar una tarifa de licencia de ocho por ciento. Con esta regulación, ese tributo desaparecería. A cambio, se contemplaría la obligación de efectivizar un precio de entrada de algo más de 2.400 dólares, y otro de salida, en torno a los 181 dólares, para acceder a esa nueva licencia DCIP.
Esta medida debe leerse en el contexto de despliegue de 5G en este país, que se inició hace menos de un año, y que ya cuenta con más de 10 millones de suscriptores de esa tecnología. A esto se suma que Reliance Jio y Airtel, dos de las cuatro operadoras que se hicieron de espectro en esa subasta, ya completaron la fase 1 contemplada en el proceso: desplegaron más de 308.000 radiobases 5G hasta finales de julio, de acuerdo a los datos del Departamento de Telecomunicaciones (DOT) de ese país. La previsión es que India se convierta en otro de los países que más fuertemente impulse la adopción de 5G, que a finales de este año podría sumar más de 1.500 millones de clientes, de acuerdo al Ericsson Mobility Report.
El TRAI y otros organismos de Estado son concientes que este país necesita de enormes despliegues de infraestructura para alcanzar con la conectividad a toda la población. Y esta iniciativa se enmarca en ese concepto que recuerda a la figura creada en Perú para apalancar el proyecto Internet para todos.
