Si había un temor en torno a Starlink, su paulatina baja de precios del servicio y cómo impactaría en el segmento de banda ancha fija que atiende a zonas alejadas, los fantasmas comienzan a despertar. La operadora de Elon Musk está preparando todo para lanzar en la India un servicio de banda ancha satelital por 10 dólares. Diez dólares. Y en zonas urbanas.
La llegada de Starlink a la India no ha sido tan sencilla. La operadora satelital viene negociando desde hace un tiempo largo con el regulador de ese país. El suficiente para lograr una carta de intención (LoI, por sus siglas en inglés) de parte de la Autoridad Regulatoria de Telecomunicaciones (TRAI, por sus siglas en inglés) de la India que la autoriza a brindar servicios en ese territorio.
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A diferencia de los lanzamientos realizados en otros lugares del mundo, en estas latitudes aterrizará con una capacidad de ancho de banda de 600 a 700 Gbps. Y la fase inicial se concentrará en las áreas urbanas. ¿Por qué? Porque de acuerdo a lo señalado en un reporte tomado por el medio Times of India, en esa zona la infraestructura soporta ese rápido despliegue y los usuarios están en condiciones de testear el servicio.
En la India hay unos 806 millones de usuarios de Internet, cantidad que equivale a un 55,1 por ciento del total de su población que asciende a algo más de 1.400 millones de personas. De ese total, se estima que un 37,1 por ciento vive en zonas urbanas, es decir, unos 519 millones de ciudadanos.
De unos miles a millones
Esa enorme capacidad de banda ancha permitirá dar curso a la fase inicial de los servicios de Starlink en la India. En esta primera etapa prevé alcanzar a unos 30.000 a 50.000 clientes, para luego ir escalando en el número de accesos.
En la medida en que eso ocurra se prevé que la operadora ampliará su capacidad de ancho de banda a unos 3 terabits por segundo. Aunque se estima que eso sucederá en 2027, para cuando la compañía esté ofreciendo su conectividad a millones de hogares a lo largo de todo ese territorio. La expectativa de la operadora de Musk -que la semana pasada renunció al cargo que ostentaba en el gobierno de Donald Trump- es tener 10 millones de clientes en este país, aunque no hay precisiones sobre en qué tiempo espera concretar esa meta.
India crece en conexiones 5 G -Unsplash – sylwia-bartyzel
Hasta aquí, todo más o menos parecido a lo que ha venido sucediendo en otros países. Pero comenzar por las zonas urbanas por sobre las rurales es un diferencial, como también lo será el precio. La operadora satelital anticipó que contará con planes que arrancarán en los 10 dólares, con datos ilimitados. Un precio con el que espera competir en un mercado donde el ingreso per capita es de 2.718 dólares al año, hasta 2024.
La mención al PBI de la India no es casual. Si bien se trata de un valor prácticamente tres veces o cuatro veces menor al que Starlink ofrece en los países de occidente -el Starlink mini ya se ofrece a unos 38 dólares por mes en América latina- es un precio que se ubica dentro del rango de los planes que se comercializan en la India, que oscilan entre los 10 y los 15 dólares por mes.
Esto sucede, además, en un contexto donde la India avanza muy fuertemente con los despliegues de redes 5G, en paralelo a la búsqueda de decisiones que permitan agilizar la construcción de infraestructura, incluida la posibilidad de compartirla.
¿Precio sólo para la India?
Lo que llama la atención es que el valor con el que venderá su servicio en la India es inclusive mucho más alto que el ofrecido en Bangladesh, país vecino cuyo ingreso per capita no está muy lejos del existente en la India, y que se ubica en 2.675 dólares, según datos del Ministerio de Finanzas local. ¿Será la India un territorio de ensayo para ver cómo funciona el servicio en zonas urbanas y manejar las variables del precio de un modo nuevo para sumar más clientes en los distintos países?
El otro país en donde hay experiencia del uso de Starlink en zonas urbanas es Brasil, específicamente en algunas favelas ubicadas en Río de Janeiro. Aunque no pareciera haber foco en esa zona por parte de la empresa, muchos habitantes de esas poblaciones prefieren contratar el servicio de Musk antes que el brindado por “proveedores internos” de las favelas, muchas veces vinculados con el crimen. Si bien la calidad no pareciera ser la misma que la ofrecida por la fibra óptica, es una opción elegida que responde más a cuestiones sociales que a otros factores.
Más allá de estos casos, el desembarco de Starlink en la India pone el tema del precio del servicio de banda ancha satelital en el centro de la escena. ¿Es posible pensar en ese valor para otros mercados? ¿En zonas urbanas? ¿O esto forma parte del acuerdo sellado con el gobierno para desembarcar en este país? ¿La evolución de esta tecnología permitirá expandir la calidad y montar sobre ella otras prestaciones de valor más allá de la pura conectividad?
Son preguntas para reflexionar en un contexto donde una lógica muestra que la co-existencia de distintas tecnologías permitirán mejorar las brechas digitales existentes en los distintos países tanto en términos de cantidad como de calidad. También para pensar en estrategias que no deterioren más la sustentabilidad de un mercado que tendrá hacia adelante cada vez más desafíos en generación de ingresos y propuestas de valor. En un año, o tal vez menos, Amazon Kuiper y OneWeb posiblemente estén mejor preparados para ofrecer mayor competencia. Y a los fantasmas sólo se los enfrenta con buenas estrategias.
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