Las empresas informaron que planean desarrollar infraestructura de manera conjunta para “afrontar la nueva era de comunicaciones en Colombia”. La decisión fue tomada con motivo de la subasta 4G que viene realizando el Gobierno Nacional, en la que se promueve la compartición de infraestructura.
Movistar, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), Une EPM y Tigo (controlada por Millicom y participada por Une EPM y ETB), adelantarán una iniciativa conjunta para la construcción y despliegue de infraestructura y redes “con el objeto de hacer un mejor uso de los recursos, que redunde en aprovechar los avances tecnológicos para la satisfacción de los colombianos y fortalecer el entorno competitivo”, según indicaron las empresas en un comunicado.
El operador bogotano mencionó que la iniciativa “está en línea con la tendencia en otros países, donde exitosamente se han alcanzado acuerdos de colaboración de esta naturaleza, como ocurre en Inglaterra, Suecia y Brasil, y que ahora el Gobierno acertadamente incorporó en las condiciones de participación”.
La compartición de infraestructura fue incluida por el Gobierno como una de las obligaciones básicas para la próxima licitación de espectro para 4G. La resolución del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic), que lleva el número 449 de 2013 y contiene los requisitos para estas concesiones, determina que el incumplimiento de la compartición de infraestructura o de las obligaciones de roaming puede ser causal de cancelación del permiso.
El documento fundamentó su decisión en que “la experiencia internacional, los esquemas de compartición de infraestructura tanto a nivel pasivo como activo, constituyen un mecanismo ampliamente utilizado para dinamizar la competencia”, ya que disminuyen barreras de entrada, al aliviar los costos de montaje de una nueva red.
Además, se recoge la resolución que la Comisión de Regulación de las Comunicaciones (CRC) emitió —cuando aún era la Comisión de Regulación de las Telecomunicaciones (CRT)— con el número 2014 de 2008, que determina que “es obligación de todos los proveedores de redes y servicios de telecomunicaciones, permitir la utilización de sus postes, torres y ductos por parte de los proveedores que así lo soliciten”.
Esta semana culminó el plazo para la presentación de solicitudes de participación en la subasta 4G. Seis interesados remitieron su pedido: DirecTV, Avantel, la unión temporal entre Tigo y ETB, Claro (América Móvil), Movistar y Azteca Comunicaciones (Grupo Salinas).
La compartición de infraestructura comienza a despegar en la región. A mediados del año pasado, llegó a la primera plana en México, con el anuncio de una alianza entre Iusacell (Grupo Salinas y Grupo Televisa) y Telefónica para compartir redes en determinadas localidades del país. Y este año viene pisando fuerte en Brasil, con el despliegue de las redes LTE para los próximos grandes compromisos deportivos —la Copa de las Confederaciones y la Copa del Mundo—.
Con un acuerdo firmado en octubre de 2012, Claro (América Móvil), Vivo (Telefónica), TIM (Telecom Italia) y Oi se comprometieron a intensificar la compartición de infraestructura 4G. Y en marzo de este año, nada menos que los dos principales rivales regionales, Claro y Vivo, firmaron un acuerdo para compartir infraestructura 3G y 4G durante los próximos tres años. No sólo de la infraestructura instalada, sino también para trabajar en conjunto la expansión de sus sitios, aunque el acuerdo no incluye el espectro ni los equipamientos 3G y 4G, en este caso. Ahora, Colombia se prepara a convertirse en el tercer país latinoamericano en compartir infraestructura a gran escala.
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Difícil que los operadores de telecomunicaciones compartan su infraestructura. Solo funciona en papel. No se arriesgaran a perder su ventaja competitiva.