El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) no observó impedimentos para la celebración del Término de Ajuste de Conducta (TAC) acordado entre la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y Telefónica en Brasil. La decisión, que se aprobó por unanimidad, implican, no obstante, la imposición de cambios respecto del documento firmado en octubre.
El regulador tendrá 30 días para añadir los cambios solicitados y, una vez aplicados, el acuerdo debe ser aprobado por el Consejo Director de Anatel y volver a manos del TCU. Si la versión modificada recibe luz verde, el regulador y el operador deben firmar un nuevo contrato.
Entre los cambios, se solicitan metas intermedias en los indicadores del Índice General de Calidad, con sanciones como consecuencia de incumplimientos parciales. También se pide analizar la admisibilidad de cada Procedimiento para el Cálculo del Incumplimiento de las Obligaciones y que, una vez concluido el primer TAC, la agencia analice la relación costo-beneficio para determinar si el acuerdo trajo consecuencias positivas para el interés público.
Por medio del TAC el operador cambiaría multas por una inversión estimada de 4.870 millones de reales (1.531 millones de dólares). El monto será destinado a la ampliación de cobertura de banda ancha por medio del despliegue de infraestructura para fibra óptica y combatir las interrupciones en la prestación de servicios de telecomunicaciones.