Cuando los políticos no conocen la tecnología y los operadores no son del todo honestos

Sabemos, porque lo hemos vivido varias veces en el pasado, que en muchos casos hay políticos que parecen tener un claro desconocimiento de algunos detalles tecnológicos. Por ejemplo, el querer determinar las velocidades exactas que tendrán los usuarios cuando utilicen las redes LTE en diferentes circunstancias. Tres políticos de Estados Unidos han lanzado la voz ante el Senado para proponer que por ley los operadores ofrezcan una visión precisa de las velocidades que pueden ofrecer a sus usuarios cuando venden el servicio. Determinar la velocidad exacta de transmisión móvil no es una tarea que en la práctica puede llevarse a cabo. Habría que crear un cuadro con varias situaciones y en cada situación esperar un velocidad concreta. Pues bien, esto es precisamente lo que se quiere poner en ley.

Combinar situaciones que tienen un impacto directo o indirecto en el rendimiento de una red móvil parece una tarea difícil a menos que se vuelva a caer en la simplificación y ambigüedad con la que los operadores venden sus servicios. Lo mejor y más práctico es anunciar velocidades máximas, mínimas y las medias, de eso no hay duda, el problema es que los operadores sin hacen un ejercicio de auto critica sabrán ver que no se ha sido del todo honesto.

El problema actual, donde políticos que nada tienen que ver con el desarrollo de una red móvil solicitan métricas que no son realistas, nace del abuso de las velocidades teóricas y medias dadas por los proveedores de equipos y no necesariamente en base a las medias que obtiene cada operador con su red instalada. Son métricas que también pueden variar según la configuración que lleve a cabo cada operador y el espectro utilizado. Los reguladores de todo el mundo ya han demostrado estar en alerta con este asunto. Han recibido demasiadas quejas de usuarios que aseguran estar insatisfechos, pues las velocidades prometidas y las ofrecidas no son muy parejas.

Para entender mejor la dificultad de ofrecer dichas medidas sólo tenemos que viajar unas semanas hacia atrás en el tiempo. En septiembre PC World tomó dos módems LTE, uno de Verizon Wireless y otro de AT&T y comparó en varios estados del país la velocidad que ofrecían cada uno. En la mayoría de estados, AT&T resultó ganador, pero incluso las velocidades del propio AT&T variaban según el estado donde se hacía la medición, porque la configuración no es idéntica y tampoco es estática.

Por eso, entendemos, aparecen políticos dispuestos a ganar unos puntos con los constituyentes queriendo resolver un problema que la industria arrastra desde que se lanzó GPRS. Y no es el único, si las velocidades son un problema de falsa publicidad, qué sucede con los datos de penetración del servicio. Porque ya me dirán ustedes si es normal que digamos que en varios mercados hay más celulares que personas y con ello asumimos que hay un cien por cien de penetración del servicio.

Pero los reguladores no van a dejar el tema para que se auto regule solo, y esto es algo que los operadores van a enfrentar en breve. Desde Singapur, pasando por el Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, los reguladores ya llevan tiempo planeando una metodología en el anuncio de estas velocidades así como solicitar a los operadores garantías mínimas, muchas de las cuales son inviables.

Y el problema vuelve a ser que la exageración de las velocidades como reclamo diferenciador han hecho creer a los reguladores que las redes pueden ofrecer ciertas prestaciones que, en realidad, son teóricas y, por eso, en sus demandas de mínimos estos organismos solicitan garantía de velocidades que muchos operadores no pueden cumplir. Oi en Brasil, por ejemplo, aseguró que el mínimo que propone Anatel que garanticen los operadores en ese mercado obligaría a los operadores a incrementar sus inversiones en un 414 por ciento. Inviable.

Por lo que es recomendable que los operadores empiecen a ofrecer una métrica lo más simple pero realista posible para que los usuarios y los reguladores sepan a que atenerse. Y con respecto a los políticos de Estados Unidos que piden unas cifras casi exactas, mejor que se olviden de esta idea porque aún sabiendo las velocidades exactas en cada situación, sería demasiado complejo para el usuario que busca planes simples y fáciles de entender, y no un posible galimatías de velocidades posibles en una red móvil según las condiciones del ambiente.

La acción es un nuevo aviso para los operadores que aún están a tiempo en todo el mundo de cambiar su marketing en una dirección más honesta cuando se trata de los servicios de datos 3G y 4G.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.