Funcionarios de la Fiscalía, Policía Judicial (PJ), criminalística y técnicos de la Superintendencia de Telecomunicaciones incautaron equipos móviles, antenas, detectores de señales que se utilizaban para el tráfico telefónico ilegal.
Según publicó CRE se encontró en un bar del norte de Quito una caja para colocar sim cards con capacidad para instalar 32 chips.
Lo que hacía esta organización era un sistema by pass que encaminaba directamente el tráfico telefónico proveniente desde el exterior hacia las centrales locales, sin pasar por la central de tráfico internacional. Lo que de esta manera se logra es evitar la tarifación de la llamada internacional y transformarla en una llamada local.
Las penas para quienes incurrieron en este delito podrían ir de dos a cinco años de prisión.