“Nadie llega a una tienda y pregunta por un teléfono con Windows”. ¿Para qué dar preámbulos cuando hay una frase tan contundente? La lapidaria sentencia fue pronunciada por un ejecutivo encargado de los dispositivos móviles de un operador europeo, según publicó El Economista.
En el análisis del medio español, explican que cuatro importantes operadores de telecomunicaciones del viejo continente, dijeron a Reuters que los nuevos smartphones Nokia Lumia no eran “lo suficientemente buenos para competir con el iPhone de Apple o los teléfonos Galaxy de Samsung”.
Luego de la extraña estrategia de firmar una alianza junto a Microsoft, Nokia enfrenta el desafío de restaurar su credibilidad como fabricante.
No es la primera vez que desde TeleSemana.com advertimos los riesgos que esta operación traería para los finlandeses.
La compañía primero apostó por un sistema operativo propio, pero Symbian no alcanzó vuelo y cuando Android parece el camino que garantizaría el éxito, Nokia cedió ante la “supuesta” presión de los operadores europeos y estrechó la mano con Microsoft.
El desafío era algo ambicioso para los optimistas, utópico para los filósofos y difícil de concretar para los realistas.
Ahora, aquellos operadores que quizá presionaron a Nokia para que concrete la alianza, son ahora quienes la critican. El gigante se queda una vez más arrinconado en el ring de los smartphones, resistiendo los golpes de Android y Apple.
Ante este panorama, las mismas preguntas vuelven a aparecer una y otra vez: ¿Por qué Nokia no decide asociar su imperio de hardware a Android y crean un dispositivo que sea imbatible? ¿Por qué cede ante “posibles” presiones externas y no asume su grandeza?