Pese a que IBW Comunicaciones cuenta con la concesión para usufructuar espectro, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) no autoriza a la compañía a brindar el servicio de banda ancha.
“La ley claramente dispone que el concesionario se limita a comunicar a la Sutel la prestación de ese servicio de Internet, por eso no se necesita ningún permiso, ni licencia ni autorización de la Sutel”, se quejó James Tracy, gerente de IBW Costa Rica.
Maryleana Méndez, miembro del Consejo de la Sutel, explicó a El Financiero que se investiga el caso desde el 2011, con el objetivo de determinar si existen irregularidades en la prestación de los servicios.
“En octubre, se abrió la investigación preliminar, que ya finalizó. El Consejo abrió un procedimiento administrativo el 23 de marzo del2012”, detalló Méndez.
La compañía que opera bajo la marca comercial Japi tiene en su poder 75 MHz en la banda de 2,3 GHz en donde ofrece conectividad a través de WiMax.
“A raíz de las actuaciones del Ejecutivo, la empresa ha adquirido derechos, por lo que podría ser conveniente para el Estado revisar y regularizar su situación a la brevedad, de forma tal que se proteja a los consumidores y se evite una posible demanda o hasta un arbitraje internacional contra el Estado, si se dieran actuaciones que pudieran dañar esos derechos adquiridos”, sentenció el abogado Esteban Agüero.