El Gobierno uruguayo decretó que iniciará las transmisiones de Televisión Digital Terrestre (TDT) en un máximo de 12 meses y fijó el apagón analógico para el 21 de noviembre de 2015.
“Es un cambio de importancia similar al que ocurrió cuando empezó la transmisión en color en Uruguay. Estamos hablando de hitos que ocurren contadas veces en la historia de las comunicaciones de un país”, opinó el director nacional de Telecomunicaciones, Sergio De Cola, según difundió Reuters.
La normativa establece siete frecuencias para canales comerciales, siete para servicios comunitarios y seis para entidades públicas.
El decreto fija además la imposibilidad de revocar una licencia por discrepancias periodísticas con los canales. “Queda prohibido el uso discriminatorio de este mecanismo con el objeto de presionar, castigar, premiar o privilegiar a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas o editoriales”, establece el decreto.
El ex presidente Tabaré Vázquez había oficializado la norma europea DVB, pero tras la asunción de José Mujica el país cambió “por razones geopolíticas” a ISDB-Tb. Es que perder la oportunidad de aprovechar los beneficios que conlleva la economía de escala y aislarse de los países vecinos donde como pocas veces reina un clima político de soberanía más afín a ideologías de izquierda, era un costo demasiado alto.