Ericsson aconseja a los operadores dejar los subsidios e invertir más en infraestructura

Es entendido que el ser humano tiene derecho a defender su territorio físico y emocional. Como escuché a no recuerdo quien decir: uno de jóven es socialista porque tiene ideales y poco dinero y capitalista de adulto si perdió los ideales y ganó dinero. Por lo tanto, el cambio de bando no es un error en la personalidad, sino todo lo contrario, parte de la naturaleza humana. Así la defensa de los ideales personales, es lícito, como comentaba al principio, pero cambia el cómo. Ese caprichoso matiz que depende de las costumbres y modales de cada sociedad y su situación en el tiempo.

Por ello, José Antonio López, consejero delegado de Ericsson España, no puede ser criticado por sus declaraciones durante el encuentro sobre telecomunicaciones en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que se celebró la semana pasada en Santander, España, pues sólo defendía sus intereses, pero sí por sus formas ¿Habría defendido lo mismo teniendo aún Ericsson el 50 por ciento del JV con Sony?

Según las declaraciones reproducidas por el diario El Economista, López, habría venido a recomendar a los operadores dejar de lado los subsidios —en España ya lo han hecho, aunque hay amagos de volver a subsidiarlos—, comercializar dispositivos abiertos, e invertir en mayor capacidad de red.

Desde TeleSemana.com venimos alertando que nos parece que el modelo de negocio de los smartphones, tal y cómo está configurado, no tiene sentido para los operadores que han estado haciendo casi un ejercicio cercano al dumping para hacer que la venta de los planes de datos crezca rapidamente. Y López tiene razón, no sólo hay que dejar de subsidiar, sino que posiblemente haya que subir los precios de los servicios de datos. Ambas cosas empiezan a suceder, pues los operadores españoles ya no subsidian, sino que financian los smartphones a través de entidades financieras, y los planes de datos ya no son ilimitados, lo que en esencia supone una inflación en sus precios.

Pero López no puede recomendar que se cierre ese esquema para que los operadores compren más infraestructura, y menos intentando tocar fibras sensibles que no existen, como cuando dice que: “favorecer a estos terminales de última generación, que sirven para mucho más que voz y datos, repercute negativamente a las compañías que fabrican cámaras fotográficas o mp3, por ejemplo”. ¿Lo de las cámaras y los MP3 será un broma sofisticada a la que aún no le llego a encontrar la gracia?

Los smartphones y la infraestructura no son como el huevo y la gallina, que no sabemos que fue primero, en este caso existe la certeza de que si los operadores van a invertir en más infraestructura de red es porque en 2007 se lanzó el iPhone y, desde entonces, la adopción de la banda ancha móvil ha crecido de forma exponencial. Y si bien los smartphones se están cepillando a los MP3 y a las cámaras, también están creando toda una industria de aplicaciones over the top (OTT) cuyo valor acabará siendo superior al de los MP3 y las cámaras fotográficas —el cassette y el disco de vinilo también murieron en manos de la evolución tecnológica, y no por eso hemos ido a peor en cuanto a riqueza, aunque en cuanto a sonido es muy posible—.

Pero no entremos al trapo de defender a industrias que deben reinventarse o que simplemente no tienen solución, y que, además, tienen cada vez menos que ver con nuestra industria de las telecomunicaciones.

En definitiva, es normal que López prefiera que los operadores inviertan en infraestructura y servicios, y no tanto en dispositivos, pues es lo que vende Ericsson. Sin embargo, puestos a dar consejos a los operadores, intentemos ver cómo pueden estos reconfigurar un negocio basado en smartphones de forma que la idea no sea dejar de invertir en una de las partes de la ecuación, porque estaremos de acuerdo en que los operadores necesitan una fórmula que hagan que los huevos y la gallina creen un modelo de negocio saludable. Reducir el apoyo a los smartphones no parece la solución —ojalá fuese tan simple el dilema— ya que incluso se podría defender que esta estrategia podría suponer también una reducción en las inversiones en infraestructura, pues ambas parecen tener una correlación positiva y no negativa.

No todo ha sido negativo, y en favor de López, decir que ha recomendado a los operadores compartir infraestructura, algo que aplaudimos, pues hace tiempo que lo vemos como una tendencia que no puede ser esquivada. Lástima que para llegar a esta parte hayamos tenido que leer sus ideas sobre los smartphones.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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