En una audiencia pública convocada por la Comisión de Servicios de Infraestructura del Congreso Nacional, el presidente de Vivo Brasil, Antonio Carlos Valente Silva, resaltó el país tiene una carga tributaria muy elevada y compleja. Apuntó que según un estudio del Banco Mundial, Brasil está entre los países más difíciles del mundo para hacer negocios, y destacó que parte de los problemas que enfrenta Brasil son una legislación laboral compleja, una carga fiscal elevada, burocracia y demoras en la obtención de documentos y licencias.
Además, destacó que en algunos municipios del país, los operadores móviles enfrentan dificultades para la instalación de antenas. El ejecutivo planteó que falta una legislación uniforme y actualizada, que permita garantizar el acceso a los ciudadanos brasileños a los servicios de telecomunicaciones.
Durante el encuentro, Valente Silva defendió la elaboración del marco civil de Internet, que actualmente está en tratamiento en la Cámara de Diputados.
En tanto, Wilson Cardoso, director de Nokia Solutions and Networks (NSN), opinó que la rentabilidad de las empresas es otro de los problemas que la industria deberá resolver. El ejecutivo señaló que el crecimiento medio de los ingresos de los operadores es del 4 por ciento anual, cifra incompatible con la previsión de aumento del tráfico de banda ancha móvil, que es del 177 por ciento hasta 2020.