Telecomunicaciones en Islas Malvinas: del abandono a la expectativa

100 por ciento de penetración de banda ancha, 100 por ciento de telefonía fija y más del 100 por ciento en telefonía móvil. Los números no corresponden a mercados desarrollados en latitudes lejanas como Suecia o Corea del Sur sino a las Islas Malvinas, ese archipiélago en el mar argentino que el Reino Unido controla desde 1833.

Todo ese derroche de conectividad, sin embargo, se desbarata frente al análisis más detallado de su mercado, que revela la predominancia de tecnologías en declive, problemas con infraestructura obsoleta, velocidades de navegación lentísimas y tarifas exorbitantes.

La era moderna de las telecomunicaciones en la colonia comenzó en 1974, cuando Cable & Wireless se convirtió en su operador incumbente. La firma reinó sin interrupciones hasta 2013, año en el que completó la venta de su operación en el Atlántico Sur —que incluye los territorios de Ascensión y Santa Helena— a Bahrain Telecommunications Company (Batelco), que opera localmente bajo la marca Sure South Atlantic.

Aunque los ejecutivos del operador declinaron responder las consultas de TeleSemana.com, un informe encargado por el Gobierno de las Islas Malvinas (FIG, por sus siglas en inglés) a la consultora Cartesian en 2014 iluminó algunos de los aspectos menos conocidos —y más deprimentes— de las telecomunicaciones en el archipiélago.

En materia de Internet, priman los altos precios y los topes de datos. En Puerto Argentino —o Port Stanley, según la denominación británica—, Sure cuenta con un servicio de ADSL que alcanza velocidades de hasta 2 Mbps. Los planes residenciales van desde 17 libras (22,5 dólares) mensuales por 700 Mb hasta 80 libras (106,1 dólares) por 5 Gb. Dado que los usuarios a menudo exceden su asignación de datos y los costos se disparan con los megabytes adicionales, Sure permite navegar en modalidad zero rating entre la medianoche y las seis de la mañana. El 35 por ciento de su tráfico total sucede durante ese intervalo y tanto los maestros de escuela como los médicos han expresado a las autoridades su preocupación por el efecto que la privación del sueño produce entre los usuarios más ahorrativos.

Sure cuenta asimismo con poco menos de un centenar de puntos Wi-Fi, que posibilitan contratar 50 minutos de navegación por cinco libras (6,6 dólares) o 100 minutos por 10 libras (13,2 dólares) a velocidades de hasta 300 Kbps. La base aérea de Monte Agradable —Mount Pleasant— también tiene un servicio Wimax con velocidades similares a las del servicio ADSL. Hacia 2014, las islas tenían una modesta capacidad internacional de 68 Mbps provista por satélite, dado que ningún cable submarino ha llegado todavía a sus costas.

¿4G? No. Sure ofrece 2G sobre la banda de 900 MHz y no tiene previsto lanzar LTE hasta que estén acordados los términos de la renovación de su licencia, que vence en 2019. Esto convierte a las Islas Malvinas en el único de los ocho territorios de ultramar británicos en América que no registra un despliegue 4G —incluyendo Montserrat, donde Cable & Wireless implementará el servicio junto a Ericsson— y la única filial de Sure que no posee un pacto a tal fin —la canadiense Star Solutions trabaja en el despliegue en Ascensión y Santa Helena—.

El servicio móvil registraba 3.598 usuarios a 2013, entre pobladores permanentes e integrantes del ejército apostados en las islas, de los cuales el 82 por ciento suscribía a planes prepagos. La prestación cuenta con una cobertura territorial del 40 por ciento y la instalación de infraestructura se encuentra limitada por la geografía local, en la que abundan los montes y las planicies pantanosas. En las zonas sin cobertura, Sure ofrece telefonía satelital vía Iridium. Existen acuerdos de roaming de datos con una docena de operadores de otros países, aunque las velocidades no suelen superar los 135 Kbps.

El mismo Colin Roberts, gobernador británico de Malvinas, se hizo eco de las quejas que producen los numerosos retrasos tecnológicos entre los pobladores y auguró mejoras para el año próximo. “Habrá un aumento sustancial de las asignaciones de datos y velocidad en enero de 2017”, dijo en un discurso pronunciado frente a la Asamblea Legislativa el 31 de mayo pasado, en el que también prometió una ampliación de la cobertura móvil.

En la Argentina, la transición del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al de Mauricio Macri no provocó aún un giro en las conversaciones por la soberanía de las islas. Sin embargo, las dificultades que plantea a los kelpers el “Brexit” en materia de comercio con la Unión Europea podrían abrir a futuro una puerta para el diálogo y la negociación, donde las telecomunicaciones podrían jugar un rol clave. Cabe recordar que los satélites Arsat 1 y 2 tienen cobertura sobre las Islas Malvinas y que solo 2.000 kilómetros las separan de la ciudad argentina de Las Toninas, donde hacen contacto cinco cables submarinos.

“Esperando en silenciosa desesperación, es la manera inglesa”, sentenciaba Pink Floyd en la letra de Time. Quizá de este modo transcurre la vida de los isleños, a la espera de una evolución tecnológica capaz de darle algo de sustento a ese puñado de estadísticas que solo emocionan a la distancia.

Andrés Krom se graduó en la Tecnicatura de Periodismo de TEA (Buenos Aires). Durante su carrera trabajó en varios medios de comunicación online en el sector de tecnología y telecomunicaciones. Sus artículos han sido replicados por importantes medios gráficos en países como Argentina, Bolivia, Nicaragua, Panamá, Venezuela y publicaciones regionales.

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