Crear OTTs propios libera a los proveedores de TV paga de las ataduras de su red

Los operadores han intentado, sin éxito, competir con los OTTs. Han malgastado tiempo y dinero en crear aplicaciones mientras que, lejos de competirles, apenas alcanzaban una pequeña porción de mercado. Al mismo tiempo, los proveedores de servicios sobre Internet acaparaban cada vez más usuarios, dejando a las alternativas de los operadores relegadas. Así fue que los operadores decidieron que, en vez de competir, era mejor compartir. Y así fue que los operadores y los OTTs se hicieron buenos amigos.

El párrafo anterior intenta ser un pequeño (e incompleto) resumen de lo que ha ocurrido entre los OTTs y los operadores de telecomunicaciones en los últimos años. Sin embargo, deja de lado el espacio en el que los operadores sí fueron exitosos con sus propios OTTs y en el que, lejos de ser un lastre, los esfuerzos en desarrollo tuvieron sus beneficios.

¿Cuándo, entonces, los operadores deben lanzar un OTT propio? La respuesta, parece ser, cuando la tecnología se convierte en una jaula para los servicios que pueden ofrecer. Este mantra que parece aplicable a todos los servicios es particularmente útil cuando se habla de servicios como el de televisión por suscripción.

La TV paga tradicional ha encontrado en los OTTs primero una amenaza y, luego, un complemento. Pero, más que nada, ha encontrado una nueva forma en la que sus clientes consumen el contenido.

Tradicionalmente, los operadores de televisión pensaban en el hogar como su cliente y el televisor como su principal dispositivo. Sin embargo, ahora deben de cambiar su mentalidad para empezar a pensar en sus clientes como personas que consumen contenido dentro y fuera del hogar. Y, tanto dentro como fuera del hogar, estas personas muchas veces prefieren computadoras, tablets o celulares a televisores de 50 pulgadas.

A mediados de año titulábamos que los “OTTs de video amenazan a la TV paga y no hay forma de detenerlos”, citando algunos estudios que demostraban que existía una aceleración en la tendencia a cortar el cable. Incluso, las consultoras señalaban entonces que las alianzas con OTTs no eran suficiente freno a la sangría de usuarios, que, con algún repunte por el Mundial de Fútbol, ya comenzó a verse también en América Latina.

Los operadores de TV paga están contraatacando esta tendencia con productos de TV everywhere con el objetivo de llevar sus servicios más allá del televisor tradicional y, en lo posible, quitarle algo del protagonismo a Netflix en el terreno de análisis de los datos de consumo.

Incluso cuando no se trate de propuestas que aumenten su base de clientes, los operadores consiguen con los OTTs penetrar en un espacio que se veía perdido, el de los móviles, y mejorar la satisfacción de los clientes que siguen eligiendo a la TV paga por sus contenidos en vivo. De esta manera, sortean la limitación tecnológica de la cobertura de sus redes de cable, fibra óptica o satelital y logran tener presencia en cualquier lugar dónde haya conectividad.

Cablevisión (Telecom) en Argentina fue uno de los que abrió el camino en este sentido y, rápidamente lo siguieron otros en la región. Ahora, es el turno de DirecTV que anunció en Colombia y Chile, y próximamente también en Argentina, su nuevo servicio DirecTV Go, siguiendo la propuesta Now que lanzó el operador en los Estados Unidos.

A diferencia de los OTTs de video que solo se concentran en series y películas, DirecTV —y el resto de los operadores de TV paga— intentan diferenciarse con una propuesta que integra contenidos en vivo como noticias y deportes, el diferencial que hasta ahora no han podido (o querido) replicar los principales OTTs —veremos si esto continúa siendo así en los próximos años—.

En el caso de Colombia, además, DirecTV Go se puede contratar de forma separada a la suscripción de TV paga satelital, de forma mensual, y sin requerimiento de un abono de TV paga tradicional. Para los suscriptores de DTH de planes más altos, el servicio OTT se ofrecerá sin cargo. El valor de la suscripción en Colombia es de 80.000 pesos mensuales (24,7 dólares), el doble que una suscripción de Netflix.

Esta escisión del OTT del servicio tradicional de TV paga tradicional, atado a un tipo de red y a un dispositivo que se coloca en el hogar, es una tendencia que ya hemos visto, al menos en el discurso, de algunos otros operadores de la región. Eso sí, el problema en este sentido sigue siendo el modelo de licenciamiento de contenidos, que en algunos casos frenan este tipo de comercialización. Quizás DirecTV con su presencia regional y su apuesta OTT logre abrir el camino.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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