El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) puso el grito en el cielo ante el dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, por el cual se reduciría aún más el presupuesto asignado al regulador mexicano para el año 2019. La baja “pondría en grave riesgo el cumplimiento de atribuciones y proyectos sustantivos”, dijo la entidad que además pidió que sea reconsiderada la situación.
El regulador había solicitado un presupuesto anual de 1.780 millones de pesos (89,4 millones de dólares). Sin embargo, en la revisión se determinó una baja de 280 millones de pesos (14 millones de dólares) sobre ese monto. El IFT señaló que el presupuesto solicitado ya atiende los criterios de austeridad, racionalidad y disciplina en gasto público propuestos por el Ejecutivo Federal. Desde 2014, añadió, esa política permitió sostener un nivel de ejercicio razonable del gasto y generar reintegros a la Tesorería de la Federación en los últimos cinco años.
La situación pone por primera vez frente a frente al organismo regulador con las nuevas autoridades que tomaron el poder desde que inició diciembre. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto la palabra austeridad en buena parte de los discursos que lo llevaron a ser el más elegido en las últimas elecciones. Pero para IFT el tema debe ser revisado, pues la disminución aprobada representa un presupuesto 25 por ciento menor en términos nominales y 37,5 por ciento en términos reales frente al presupuesto autorizado para 2018.
México no fue el único país de la región donde los cambios políticos alteraron la agenda en el mundo de las telecomunicaciones. Brasil eligió a Jair Bolsonaro como nuevo presidente y el representante del Partido Social Liberal reemplazará a Michel Temer desde el primero de enero de 2019. Allí también se determinó el presupuesto anual para el año próximo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (Mctic) tuvo mejores noticias, pues la cifra es muy superior a la informada un año atrás.
El ministerio sectorial brasileño contará con 15.300 millones de reales (3.920 millones de dólares) para completar sus objetivos para 2019. Estará dividido de la siguiente forma: 4.410 millones de reales (1.130 millones de dólares) para personal y cargos sociales, 3.660 millones de reales (938 millones de dólares) para otros gastos, poco más de 2.000 millones de reales (513 millones de dólares) para inversiones y el resto para reserva ante contingencias, indicó el portal local Teletime.
Martín Vizcarra, en tanto, asumió como presidente de Perú en marzo de este año. Se estima que el Ministerio de Comunicaciones y Transporte (MTC) ejecutará 10.769 millones de soles (2.759 millones de dólares) al cierre de 2018. Para el año próximo habrá destinados a la cartera 12.453 millones de soles (3.191 millones de dólares), un 15 por ciento más. Sin embargo una gran parte del dinero se destinará a transportes, mientras que solo el 10 por ciento del total estará disponible para las comunicaciones. Serán 1.214,3 millones de soles (360 millones de dólares) para el subsector, lo que permitirá “la ejecución de proyectos para conectar digitalmente a las regiones de nuestro país”, dijo el MTC en un comunicado.
En este contexto, los tres casos presentados sirven de muestra para indicar que los cambios en las máximas autoridades traen consigo modificaciones en el presupuesto asignado por sector, y las telecomunicaciones no quedan fuera de la lógica. El IFT luchará por tener el dinero que cree necesario para ejecutar sus proyectos mientras que Brasil tendrá más herramientas para avanzar en la materia. Perú tiene más presupuesto pero el tiempo dirá si el escaso porcentaje destinado a las comunicaciones son suficientes para suplir las dificultades que atraviesa, con la Red Dorsal como máximo desafío para el año próximo.
