Colombia discute si Claro es dominante o solo líder en voz y datos móviles

El calendario se corre a cada rato pero se estima que será pronto cuando las autoridades determinen si Claro tiene o no posición dominante en el mercado de voz y datos móviles en Colombia. La discusión se inició hace rato pero se agudizó en las últimas semanas a la espera de una respuesta que todavía no llegó. El consenso que reinó entre los operadores de cara a la ley TIC cambió drásticamente por acusaciones y fuego cruzado entre los protagonistas.

El decreto local 2153/1992 entiende por posición dominante la que tiene cualquier empresa con la posibilidad de determinar, directa o indirectamente, las condiciones de un determinado mercado. ¿Aplica esta definición a Claro en Colombia? Esta pregunta tiene larga data, y la propia Comisión de Regulación de las Comunicaciones (CRC) indicaba en 2016 que “sus elevadas participaciones de mercado resultan en niveles de concentración altas y en aumento”.

Los competidores de América Móvil no tienen dudas. Se unieron y enviaron una carta al gobierno con sus argumentos. “El nivel de competencia de los servicios de TIC es lamentable. Colombia es el segundo país más concentrado de la OCDE y su índice de competitividad solo alcanza el puesto 52 entre 63 países. Pese a los grandes esfuerzos que se han realizado (…) el mercado no es dinámico”, dice el documento firmado por Telefónica, Tigo, Virgin, Flash Mobile, Suma y la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).

“Ello se debe en todo, no en parte, a la falta de competencia del sector”, sigue el escrito replicado por Portafolio que luego enumera los problemas que, a criterio de los firmantes, trae esta situación: es el camino seguro a la creación de un monopolio, genera un desincentivo a la inversión general, ralentiza la innovación tecnológica y dificulta el derecho de los consumidores. Declarar la dominancia “resulta impresicindible”, consideran en la carta que se envió justo antes de la definición agendada para el 12 de junio, pero que quedó inconclusa por falta de tiempo.

Los últimos datos del Ministerio de TIC, con cierre a diciembre de 2018, no dejan dudas de que Claro es al menos líder. Concentra el 46 por ciento de las líneas móviles en funcionamiento, un punto menos que hace un año. Lo sigue muy de lejos Telefónica (24,3 por ciento) y luego aparece Tigo (18,3 por ciento). El resto se divide entre Virgin Mobile (4,1 por ciento) y otros prestadores de menor envergadura.

A modo de referencia, se puede indicar que el índice de concentración (HII) es de unos 3.075 puntos de una escala con máxima de 10.000. La cifra es más baja que los 4.511 puntos que presenta México, sitio donde América Móvil fue declarada preponderante en telecomunicaciones. Al primer trimestre de 2016 la CRC indicaba que en líneas móviles el HII era de 4.115 puntos, mientras que en ingresos era de 4.000 y en tráfico de 3.464 puntos.

En Internet móvil Colombia informa accesos por suscripciones y por demanda, según medie o no la contratación de un plan. En el primer caso, Claro registra 6,05 millones de las 11,6 millones totales y casi duplica la cantidad esgrimida por su inmediato perseguidor. Concentra, en tanto, 8,6 millones de los 15,9 millones de accesos por demanda, lo equivalente al 54 por ciento. La distancia con Telefónica es aún mayor en este caso, de casi tres veces.

Quienes tomen la decisión también deberán evaluar la defensa que Claro presentó casi inmediatamente después de hacerse pública la carta de sus rivales y que fue replicada por el mismo medio. El operador consideró “absurdo que algunos competidores busquen que la regulación les regale los que deberían ganarse compitiendo. Nos preguntamos si buscan promover la competencia o más bien que la regulación evite que tengan que realizar las inversiones necesarias para igualar o mejorar nuestras ofertas”.

Luego, agregó que ha invertido unos 15.000 millones de dólares desde que arribó al país, lo que es igual al 60 por ciento de todo lo invertido por el sector. De esta forma se defendió de la carta que señalaba que “los firmantes han invertido más de siete billones de pesos (unos 2.140 millones de dólares) en nuevas y mejores redes, siendo la inversión de cada operador en relación con sus ingresos percibidos equiparable o mayor a la realizada por el dominante”.

Por último, el denunciado esgrimió que “no debe perderse que los competidores son empresas multinacionales, con presencia en múltiples países y escala comparable a Claro. Nada les impide invertir en Colombia al mismo nivel”, en clara referencia a Movistar y Tigo. Luego dijo que “el mejor juez es el usuario” y pidió que la decisión se tome sobre la base de “evidencias sólidas y en ningún caso bajo presiones mediáticas o políticas”.

Así la situación, Claro apuesta a que el regulador “promueva la competencia y no proteja a ningún competidor” mientras que el resto cree que con declararla dominante el “sector crecerá”. Con los números en la mesa y la discusión por todos lados, se espera la respuesta que cambiará, por positiva o negativa, el panorama local en la previa de la subasta múltiple de espectro que Colombia prepara para el cuarto trimestre.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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