Un decreto firmado por el presidente brasileño Jair Bolsonaro el 10 de julio habilita el aumento de capital de la firma Telebras por un total de 1.175 millones de reales (314,2 millones de dólares). La autorización es para la emisión de acciones ordinarias nominativas e preferenciales nominativas, según consta en el documento 9.009/2019. El monto definitivo será actualizado a la fecha que se firme el aumento de capital.
En los artículos segundo y tercero queda de manifiesto que “la Unión está autorizada a suscribir acciones, por medio de la utilización de créditos relacionados a sus inversiones en Telebras, en proporción a su participación en el capital social de la empresa, después de aprobado el aumento de capital”. También a quedarse con más participación en caso de que los tenedores de derechos de preferencia no se muestren interesados en un máximo de 30 días.
La noticia se da a conocer en un momento particular para la empresa, que en el último tiempo fue eje de críticas por la elección de Viasat como su socio para el uso de la capacidad civil del satélite geoestacionario. Desde que Bolsonaro anunció un plan de privatización para algunas de las empresas públicas brasileñas, de hecho, empezaron los rumores de que Telebras podría ser parte de ese listado. Más aún si se contempla que los números no funcionan como argumento para evitarlo.
Algunas firmas privadas incluso presentaron documentos a favor de la privatización de la compañía, indicó tiempo atrás el portal Teletime, en los que figura que generó pérdidas acumuladas en 1.000 millones de reales (267,3 millones de dólares) entre 2010 y 2017. Sus costos se incrementaron por encima de sus ingresos y su capacidad de inversión se vio reducida. A los problemas propios se suman los de contexto: las empresas públicas tienen serias dificultades para sobrevivir en Latinoamérica.
Según el mismo medio, hay una propuesta incluye una serie de opciones de qué podría ocurrir con los activos que hoy maneja la compañía. Las redes terrestres podrían ser vendidas y el satélite geoestacionario, un artefacto que se lleva cerca del 80 por ciento de las inversiones actuales, transferido a Defensa, que se ocuparía de operarlo y controlarlo manteniendo para sí la capacidad en banda X y poniendo a disposición del mercado la banda Ka.
En este difícil contexto, el aumento de capital podría funcionar a favor de la continuidad de Telebras como empresa pública, un empujón que se agrega a la decisión judicial que permitió el funcionamiento del acuerdo que mantiene con Viasat. “Después de esto (el decreto), las acciones preferenciales operan con ganancias de 4,36 por ciento hasta 27,7 reales (7,4 dólares)”, agregó la empresa en una carta más para ganar esta batalla que aunque está en el aire aún no terminó de desatarse.
