El acuerdo entre Telebras y Viasat por el uso de la capacidad civil del Satélite Geoestacionario de Comunicaciones (SGDC) estuvo frenado por recursos en contra de quienes lo consideraban ilegítimo y violatorio de las leyes locales. Ni dos semanas pasaron desde que el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) dio luz verde al proyecto y la empresa estadounidense ya dio detalles de sus planes en el país: planea lanzar servicios en 30 días.
La primera de las tres etapas en que se divide la estrategia del operador es la que se pondrá a rodar en las próximas semanas y consiste en maximizar los beneficios del acuerdo que firmó en abril con RuralWeb, que distribuirá los servicios de Internet satelital para el mercado residencial, pequeñas y grandes empresas y el sector agrícola. Según Viasat, la alianza le permitirá “desarrollar servicios accesibles, escalables y de calidad, especialmente en sitios donde Internet aún no está disponible”.
La posibilidad de acordar con RuralWeb como distribuidor fue una de las oportunidades identificadas como consecuencia del retraso en el plan de lanzamiento, indicó la vicepresidenta y gerente General de la compañía en Brasil, Lisa Scalpone. De esa forma se quejó de los 15 meses que pasaron entre la firma de su contrato con Telebras y la luz verde para ponerlo en marcha. En el medio, los implicados debieron modificar el contrato con nuevas cláusulas a favor de la empresa estatal. “Claro que para nosotros el anterior acuerdo era mejor, pero tuvimos más tiempo para conocer el mercado brasileño”, agregó.
La segunda etapa, que se probará con algunos pilotos desde este mes, será Wi-Fi comunitario. “Estamos ajustando el momento de lanzar y trabajando en acuerdos para eso. Nuestra expectativa es una implementación muy rápida en algunos estados y enseguida tener pisada nacional”, indicó la ejecutiva en diálogo con Convergencia Digital. La idea es llegar a poblaciones de bajos recursos en áreas alejadas, similar al servicio que la compañía ofrece en México.
La tercera fase corresponde a ofertas en residencias bajo la marca Viasat, con productos similares a los que se presentan en Estados Unidos. “Si se imaginan una dona, nosotros buscamos estar en el medio”, ejemplificó. La idea aquí, entonces, es replicar el modelo de atender zonas menos densas en población, con foco en lugares donde no llega el servicio por otras tecnologías como cable o fibra óptica.
“Pensábamos que Brasil sería dificil y descubrimos lo que es tener un desafío nuevo todas las semanas. Sin embargo, existe una gran diferencia importante con Estados Unidos y es la gran creatividad de los brasileños para lidiar con situaciones desafiantes. Es un caso sin precedentes. Cuando creemos que algo no tiene soluciones, los socios locales no desisten en encontrar un camino”, concluyó Scaloni.