El Consejo Director de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó la publicación de un manual para la compartición de infraestructura en Brasil. El documento atiende lo dispuesto en el artículo 16 del reglamento que ya existía en la materia y tiene como objetivo “proporcionar orientación sobre el funcionamiento de la compartición de infraestructura que respalda la prestación de servicios de telecomunicaciones”. El regulador ya había deslizado que la compartición de activos será un factor clave para los operadores locales en el camino a 5G.
La Ley de Antenas, publicada en 2015, ya dejaba de manifiesto en uno de sus artículos que “los titulares deben poner a disposición de posibles solicitantes, de forma transparente y no discriminatoria, documentos que describan las condiciones de compartición, incluyendo entre otros puntos datos técnicos geográficas, precios y plazos aplicables”. Esa información debía estar disponible en un sistema electrónico a definirse en un documento posterior, que fue el publicado en las últimas horas.
Habrá dos sistemas para conectar titulares con demandantes de infraestructura, el SOIA (Sistema de Ofertas de Suministro Mayorista) y el denominado Mosaico. Ambos funcionan como plataformas para coordinar el uso de infraestructuras de terceros. Habrá información pública e información que requiere un registro oficial del interesado, por tratarse de datos sensibles. Las dos presentan la posibilidad de ejecutar todo el trámite, desde la solicitud inicial hasta el intercambio monetario por la operación.
Desde el regulador señalaron hace unos meses que “los operadores deberán competir por los usuarios y calidad de servicios pero compartir costos” para poder hacer frente a los desafíos que presenta la quinta generación. Agregó que el formato de RAN Sharing debería ser ampliado a todos los elementos de red, como infraestructura pasiva y torres. Se apoyó en datos del ministro de Ciencia y TIC de Corea del Sur, Seong-hwab kim, para añadir que el 50 por ciento de los costos para la instalación de nuevas celdas serán gastos en la construcción de backhaul.
Anatel es una de las entidades que más ha puesto el foco en los desafíos fuera del espectro que presenta 5G. Enumeró en un estudio reciente cuestiones como seguridad, investigación y modificaciones a la regulación vigente como puntos fundamentales para lograr los objetivos que propone la tecnología. Entre los ítems particulares mencionó la necesidad de reducir el impacto impositivo en telecomunicaciones y de fomentar el despliegue de infraestructura para atender la demanda.
En Latinoamérica otros países avanzaron en un sentido similar, como el Ente Nacional de Telecomunicaciones (Enacom) que tiempo atrás estableció reglas para compartir infraestructura y compartir metas de cobertura. En el mundo, en tanto, operadores japoneses acaban de anunciar un acuerdo para el uso mutuo de estaciones bases, también con el ojo puesto en alcanzar un despliegue masivo de 5G. El paso dado en Brasil gana relevancia en uno de los pocos países de la región que tiene cronograma previsto para entregar espectro compatible con esa tecnología.
