La simplificación regulatoria es un trabajo complejo pero que, al parecer, están dispuestos a hacer distintas autoridades de la región con el ojo puesto en eliminar todo aquello que resulte obsoleto, insuficiente o ineficiente y dejar solo lo relevante para evitar confusiones. También con el objetivo de que las normas se adecúen a los cambios que ha tenido el sector en el último tiempo y a las demandas actuales de la sociedad.
Brasil ya tiene en borrador el proyecto “guillotina regulatoria”, que avanzará sobre el marco normativo específico de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel). El proyecto está disponible para comentarios desde la semana pasada y hasta el 11 de octubre. Las contribuciones, agregó el regulador, serán usadas en el análisis de impacto regulatorio que deberá estar listo el diciembre próximo.
El caso local impactará al sector y también a otros, pues hay proyectos similares destinados a vigilancia, comercio exterior, tomando como referencia las buenas prácticas internacionales que reconoce la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En el caso de las telecomunicaciones, es el punto 47 de la agenda del regulador para el bienio 2019-2020.
Hay casos en la región que tildan de posible el plan brasileño. En enero, por ejemplo, la Comisión de Regulación de las Comunicaciones de Colombia (CRC) tomó la tijera y eliminó una de cada cuatro reglas que formaban parte de la norma 5050, que compila la regulación vigente dictada por la entidad. Allí se eliminaron parcial o completamente, en concreto, 203 de 772 artículos.
Después se sumó República Dominicana. El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) derogó una serie de resoluciones con el fin de “reducir barreras y trabas regulatorias”. En ese caso fueron apenas cuatro pero el regulador señaló que era solo el primer caso, tal como hizo la CRC antes. En el caso del país centroamericano dejaron de existir conceptos como servicio de correo de voz.
Quienes todavía no aplicaron normas de este tipo lo tienen entre sus pendientes o bien entre las recomendaciones de entidades afines a la industria. “El primer paso debe ser una reforma orientada a la simplificación regulatoria que pueda conducir a la expansión del sector y la sociedad”, sugirió GSMA al nuevo presidente de El Salvador en la previa a las elecciones nacionales.
Lo cierto es que “tecnología avanzó siempre más rápido que las políticas”, tal como añadió GSMA en su recomendación. En este contexto, los reguladores tienen la necesidad de adaptarse rápido a los cambios y eliminar normativa obsoleta parece un buen paso, aunque no debe ser el único, para estar más a tono con la realidad. Algunos avanzan y pronto quien no vaya por ese cambio desentonará con el resto.
