Las autoridades de Avantel echan por tierra, al menos por ahora, la salida de la compañía del mercado colombiano. La empresa acaba de entrar en un proceso de recuperación pero eso “es algo normal, no significa que nos vayamos, que estemos en quiebra o que dejemos de existir”, sostuvo el presidente del operador, Ignacio Román, en diálogo con el portal local Portafolio.
Es un proceso en los términos de la ley 1116/2006 y no constituye una reorganización ni la quiebra, sino que por el contrario garantiza la viabilidad y la continuidad de la operación con el fin de proteger a los usuarios, añadió el ejecutivo. En otras palabras, se podría decir que la situación de Avantel tiene cuatro patas y ladra, pero no es un perro o al menos sus autoridades confían en que pese al contexto hay solución a la vista.
La empresa llegó a esta instancia, dice, para asumir la deuda que tiene con sus competidores del mercado móvil por el costo del Roaming Automático Nacional (RAN). Su pedido fue aceptado por la Superintendencia de Sociedades y ahora tiene algunos días para entregar una actualización del inventario de activos y pasivos en el que conste información precisa de su situación financiera para continuar con el proceso.
El conflicto con sus rivales tiene varios meses pero se profundizó en las últimas semanas. Es que Avantel se presentó en el mercado local hace más de cinco años y tuvo algunas ventajas como operador entrante, entre ellos un pago diferenciado de tarifas de RAN, que la empresa utilizaba para llegar a sitios en los que no tenía cobertura propia. Este beneficio venció pero la empresa siguió pagando el valor anterior, lo que le generó deuda con sus rivales.
Los involucrados en el problema son Claro, Telefónica y Tigo, pero con este último el monto adeudado es mayor: se calculaba en unos 26.000 millones de pesos (7,6 millones de dólares) a octubre. Mientras que el resto se mostró, al menos públicamente, un poco más abierto a encontrar soluciones alternativas, la filial de Millicom optó por dejar de prestarle el servicio de voz primero y hacer lo propio con el de datos después.
Otro punto que funcionaba a favor de los rumores de salida es que la compañía decidió no participar de la puja por espectro que tendrá lugar el 20 de diciembre en el país. Sí lo harán Claro, Telefonía, Tigo y Partners, filial del Grupo Novator, que presta servicios móviles en Chile bajo la marca Wom. Un análisis más profundo abría la opción, incluso, de que Novator negocie quedarse con Avantel, algo que ya intentó en el pasado.
Román no solo evitó hablar de la posibilidad de que la compañía que representa fuera adquirida por un tercero sino que festejó que Novator pueda convertirse en nuevo prestador en el mercado local. “Con la llegada de otro operador, se vendrá un buena época para las comunicaciones, pues con la nueva ley y una mayor competencia los beneficiados serán los colombianos. Al mismo tiempo confiamos en que las tarifas RAN se revisarán y bajarán”.
Así las cosas, al menos por el momento, no deberán preocuparse los 2,3 millones de usuarios móviles con los que cuenta Avantel y que ponen al operador como el quinto con más usuarios del país con una participación del 3,5 por ciento. Se ubica incluso por debajo del MVNO Virgin Mobile, que tiene 2,8 millones de usuarios o el 4,3 por ciento. Habrá que revisar, una vez que inicie formalmente la recuperación, si el optimismo de sus autoridades sigue gozando de buena salud.
