Telefónica y Avantel amenazan con iniciar procesos contra la subasta de espectro en Colombia “si no hay transparencia”

Seis años pasaron de la última subasta de espectro en Colombia y la próxima se hará, a más tardar, en diciembre. Por el tiempo transcurrido y por la cantidad de veces que se aplazó el proceso lo esperable es que se hubieran zanjado las diferencias entre los operadores y que todo transcurra en paz y con la celeridad que necesita el mercado. Sin embargo, tal como quedó claro en la audiencia previa, las opiniones son bien distintas en algunos aspectos y el Ministerio de TIC puede tener problemas si no logra resolverlas a tiempo.

Restan menos de tres meses para que se cumpla el último plazo que pusieron las autoridades locales para lanzar oficialmente la subasta por la que se asignará espectro en 700 MHz, 1.900 MHz y 2.500 MHz. Serán hasta 90 MHz en el primera banda, hasta 5 MHz en la segunda y hasta 80 MHz en la tercera. La palabra “hasta” es una de las cosas que molesta a los operadores, que temen que por cualquier motivo pueda entregarse menos espectro del disponible, lo que considerar inadmisible.

En la audiencia pública se conocieron los puntos que cada uno cree más conflictivo, al tiempo que hubo consenso en valorar como positiva la promulgación de la ley de Modernización del sector TIC, que aplica cambios como que no solo sea el dinero el concepto a valorar en las subastas y duplicó hasta 20 años el tiempo de concesión de licencias que se otorguen desde entonces. Entre los ítems más reclamados estaba la idea de que los operadores no contaban con la información suficiente para participar de la subasta.

Este argumento es el que tomaron ahora algunas de las empresas, concretamente Telefónica y Avantel, para dejar entrever que si no se cumplen las garantías de transparencia podrían generar demandas a posteriori en contra de la subasta de espectro. Esta situación podría compararse con la de Chile, en donde hubo reclamos de quienes no participaron del proceso contra los que sí se adjudicaron espectro en 700 MHz. Esa queja se desechó en un principio pero se consideró valida después, ocasionando nuevas pujas judiciales que aún no terminan.

De regreso a Colombia, todos los operadores habían solicitado información adicional al proceso y pidieron cambios en el formato elegido. Reclamaron que las rondas no sean simultáneas y que se mantenga en reserva el valor de reserva, es decir el monto mínimo a pagar por cada bloque. Todo este conjunto de particularidades podrían llegar a que un operador “se quede con un zapato para correr y otro de traje una vez que termine el proceso”, esgrimió Telefónica ante un regulador que prometió considerar la opinión.

“Si los resultados de la subasta generan inequidad, desigualdad y se dan en un espacio en donde el campo de juego no está equilibrado para todos los operadores, este (recurrir) parece un escenario posible”, señaló el CEO de Avantel, Ignacio Román, en declaraciones tomadas por Asuntos Legales. La palabra igualdad fue la más usada por este operador en la audiencia pública, en la que enfatizó que “igualdad no es darle a todos lo mismo”, con paso previo a pedir condiciones distintas para participar de la subasta.

Telefónica, que había puesto énfasis en que antes de la subasta debería tenerse lista la decisión de si Claro es o no dominante en el mundo móvil local, ahora se pregunta “¿De qué manera nos podemos preparar para ir a la subasta del espectro si aún no tenemos todos los elementos necesarios para realizarla?”. De esa forma sintetizó la queja la directora de Asuntos Corporativos del operador, Natalia Guerra. En sintonía con Avantel, también desde Telefónica hablaron de que no se conocen a ciencia cierta los sitios a alcanzar con la banda de 700 MHz como otro problema central a resolver.

Para Claro, en tanto, el borrador sí se  ajusta a los debates previos y sí existe seguridad jurídica para los interesados. Aunque también deslizó que sería apropiado tener más información, no consideró a esto un punto determinante. La filial de América Móvil es la más señalada por el resto por su liderazgo absoluto en términos de usuarios e ingresos. La empresa en su descargo en la audiencia solo había pedido que se aumenten los topes de espectro que existen a la fecha.

Tigo no se pronunció sobre el tema en esta oportunidad pero también había deslizado algunas quejas en el debate previo. “La última licitación en bandas bajas de Colombia fue hace 25 años”, dijo su presidente, Marcelo Cataldo, para después pedir medidas particulares para que la empresa a la que representa pueda acceder a este tipo de activo, con el que sí cuentan Movistar y Claro. Hay casos en el mundo que respaldan lo que sugiere, como el proceso de 2017 por el que se entregó espectro en 600 MHz en Estados Unidos.

Así las cosas, los múltiples aplazos fueron el escenario ideal para estirar los debates al punto de que están bien claras las opiniones de unos y de otros, las coincidencias y los contrastes. El sinfín de hipótesis parecía tener fecha de vencimiento con la fecha lista para la subasta. Algún día de diciembre se quedaría todo de lado y se conocerían por fin ganadores y perdedores del asunto. Telefónica y Avantel amenazan, sin embargo, con poner puntos suspensivos al que parecía el final si los resultados no se adecúan a sus intereses.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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