La Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) anunció hace unos días que absorberá a su pata móvil, Vox, para evitar que siga complicando su situación financiera. Sin embargo, como ya se advirtió, la empresa sigue teniendo problemas propios, entre ellos las fuertes inversiones que debe realizar para migrar a fibra óptica y la constante salida de usuarios: en 2019 perdió otros 4.700 clientes de servicios fijos.
Aunque los totales no están claros, porque los últimos datos oficiales de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) tienen al menos cuatro años, el medio ABC Color reportó que la compañía tuvo un neto negativo de 2.816 clientes en el servicio de Internet fijo entre enero y diciembre del año pasado. Esto como consecuencia de 1.604 altas que no fueron suficientes para contrarrestar 4.420 cancelaciones.
En telefonía fija inalámbrica, que según la propia compañía usa 2G y 3G para realizar llamadas y navegar por Internet usando un aparato telefónico con chip, consiguió 2.151 nuevos usuarios pero perdió 3.945 para un total negativo de 1.794 unidades. En telefonía básica, en tanto, logró un resultado positivo pero en solo 30 usuarios como consecuencia de 8.713 altas y 8.683 bajas.
En el servicio de IPTV logró sumar apenas 216 nuevos clientes y perdió 317 para un neto negativo de 101 abonados. La empresa también lucha con los gastos que le genera este apartado, que según el mismo medio no son cubiertos por los ingresos. Cerró, por ejemplo, contratos con Red Multicable para la distribución de contenidos y con Tigo por partidos del fútbol local por 3,8 millones de dólares, casi tres veces más que lo que factura por sus clientes de televisión.
De Vox, en tanto, se indicó antes que tiene poco más de 300.000 usuarios, que lo ubican en cuarta posición entre los proveedores. La cifra es sensiblemente más baja que las 522.000 líneas que tenía a su cargo en 2014. La pata móvil se integrará a Copaco porque genera pérdidas y porque, de esta forma, sus gastos e inversiones quedarán sujetos a las normas que rigen para entidades públicas. En otras palabras, para tener más control sobre sus movimientos.
Golpeada por inconvenientes propios y por un contexto que demuestran lo dificil que resulta mantener usuarios y finanzas a las estatales en Latinoamérica, Copaco ha encontrado en Vox una forma de explicar sus inconvenientes pero está sobre la mesa que no es el único. Deberá mejorar en múltiples aspectos para lograr sanear sus números, que a 2018 marcaban pérdidas por encima de los 50.000 millones de guaraníes (hoy 7,5 millones de dólares). ¿Sobrevivirá?