5G en Latinoamérica tiene potencial pero el camino está repleto de desafíos

BCN2020 LATAM SUMMIT — Los potenciales usos de 5G ponen a los operadores en buen sitio a la hora de hablar de negocios. La torta de facturación podrá expandirse y el desafío para cada actor es estar preparado para los movimientos que vienen, más en un contexto en que habrá variaciones en la participación de cada segmento sobre los ingresos. Las verticales aparecen como la opción más viable para que las empresas logren sus cometidos pero, claro, el camino está todavía repleto de desafíos.

“5G va a convertirse en el principal acceso de Internet para varios sectores, como el transporte, manufactura o agricultura, y como consecuencia de esto el mix de ingresos de un proveedor típico de servicios móviles cambiará. Hoy el 70 por ciento de la facturación proviene de consumidores y el 30 por ciento de empresas y para 2025 se espera que el sector corporativo pase a representar el 55 por ciento”, expuso Ignacio Perrone, director de Investigación de ITC de Frost & Sullivan.

Hay al menos tres escenarios en los que aparece 5G. Puede servir, en un primer caso, cuando la baja latencia es crítica servirá para controlar de forma remota maquinaria o autos conectados. Ante necesidades de gran ancho de banda servirá para servicios en la nube y ofrecerá, por ejemplo, conceptos como realidad aumentada. En tanto, será útil para eventos al aire libre, estadios o evitar congestión en grandes ciudades.

En este contexto, agregó Perrone, 5G se coloca como habilitador para las ciudades inteligentes. Nuevo punto a favor de los operadores si logran cambiar oportunidades por ingresos en aspectos como movilidad o salud. También será un habilitador para analíticos como servicio. “Hasta ahora eso se vuelve dificil pero con 5G se espera que cambie. Será útil tanto en el plano de los consumidores y el marketing como en cuestiones de operación, en aspectos como la optimización de recursos o previsión de demanda”, agregó Perrone.

También hay que hablar de Internet de las Cosas, con 5G para funciones clave como monitoreo de activos, principalmente en logística. La misma evolución de las verticales y lo asociado a ellas hará que por cada línea de ser humano haya 10 dispositivos conectados sin intervención humana para 2025. Para 2030, en tanto, la proyección es que la proporción será 1/15. “Esto significa que en cinco años Perú se vuelve un mercado como el de Estados Unidos y en 10 años Uruguay será Colombia”, agregó sobre el tema José Otero, vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe de 5G Americas.

Otero también participó de BCN2020 LATAM SUMMIT pero en su tiempo puso algo de paños fríos a los buenos augurios en esta parte del mundo, pues consideró que el actual discurso sobre la transformación digital está ideado para ser captado por los países desarrollados. En esta parte del mundo la mitad de la población no accede a banda ancha. El contexto funciona como catalizador negativo, pues hablamos de una región en la que más de 800 millones de personas ni siquiera tienen agua limpia.

“No tenemos proyecciones que marquen un gran crecimiento en el número de líneas, sí un recambio de tecnología. Si no hay inversión y cambios regulatorios adecuados, se puede ensanchar la brecha actual en el hemisferio sur”, consideró el ejecutivo para luego hacer un punteo sobre los desafíos más urgentes: falta comprensión por parte de los tomadores de decisiones,  se ignora el factor humano, falta infraestructura básica y no se dimensiona que la adopción es un proceso complejo.

Las autoridades, en paralelo a atender estos flagelos, deben generar incentivos que favorezcan el despliegue de infraestructura y trabajar en la entrega de espectro compatible con la nueva tecnología. Esto implica diseñar esquemas apropiados de tasas y una normativa que se corresponde a la realidad de los mercados. “Para todo necesitamos espectro y nunca hubo suficiente. Para 5G necesitamos bandas bajas, medias y altas”, concluyó Otero y señaló que el promedio entregado en la región es, a enero, de apenas 391,6 MHz.

Así las cosas, 5G tiene potencial pero para pasar oportunidades a realidad es necesario superar barreras. Los operadores tendrán que generar una estrategia adecuada para estar a tono con los retos, a pleno conocimiento de que lo que no haga uno, lo hará la competencia. Los gobiernos, en tanto, tienen que mejorar el marco normativo y favorecer el ecosistema poniendo a disposición más espectro e incentivos para favorecer los despliegues. La inversión se cuela en una discusión en la que las expectativas son muchas pero los desafíos también.

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Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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