La filial brasileña de América Móvil no cesa en su reclamo contra el acuerdo de compartición de infraestructura firmado por sus competidores TIM y Vivo. Ya había hecho observaciones que no fueron consideradas como suficientes para frenar la alianza y ahora recurrió la aprobación por parte del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE). ¿Logrará su objetivo?
Todavía había algunos días para que el acuerdo entre las partes reciba quejas y Claro uso la opción para volver sobre la idea de que la aprobación definitiva traería consigo riesgos a la competencia. Considera, en tanto, que debe ser de público conocimiento cuáles serán los sitios afectados por el RAN Sharing, costos y condiciones de inversión en sitios compartidos, indicó el portal local Teletime.
La alianza ya recibió el visto bueno de CADE y de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel). La nueva revisión posiblemente haga un poco más largo el proceso pero no parece suficiente para dudar de que el acuerdo se convertirá en un hecho. El reclamo de Claro tampoco resulta descabellado, pues es un artilugio habitual por parte de los prestadores brasileños para intentar frenar o dilatar acuerdos entre competidores. TIM, por ejemplo, utilizó las mismas instancias para intentar evitar la compra de Nextel por parte de América Móvil.
El acuerdo entre TIM y Vivo se divide en dos partes. La primera establece la creación de una red móvil única 2G en al menos 2.700 ciudades. La otra es la formación de una red única 3G y 4G en sitios de 30.000 habitantes. Esta última permitirá a los prestadores cubrir nuevos sitios y, al mismo tiempo, que cada una pase a tener una cobertura en 400 municipios en la que ya está presente la otra. Esto siempre y cuando no se tome en cuenta el reclamo que ahora forma parte del expediente.
