Las autoridades del Ministerio de Comunicaciones y de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) se reunieron virtualmente con el CEO de TIM, Pietro Labriola, para dar por iniciado el Término de Ajustes de Conducta (TAC) por el que el operador cambiará multas por inversiones en Brasil. El monto del acuerdo, que establece metas escalonadas a tres años, está estimado en 639 millones de reales (unos 120,6 millones de dólares).
La compañía se comprometió a cumplir con obligaciones distribuidas en cuatro ítems: ampliación de acceso, calidad de servicio, fiscalización y derechos y garantías de usuarios. Se trata del primer acuerdo con luz verde definitiva en el país. Ya hubo propuestas de Telefónica y de Oi pero quedaron en el camino. En tanto, se esperaba que esté listo el plan de Algar Telecom, pero la firma pidió nuevas condiciones y puso puntos suspensivos al asunto.
TIM aseguró que llevará 4G a los sitios en los que todavía no tiene cobertura, lo que equivale a 449 municipios. También prevé alcanzar 1.388 ciudades con 4G sobre 700 MHz y sumar a 238 municipios a su red de fibra óptica. Además, la empresa llevará banda ancha móvil 4G a 358 municipios con menos de 30.000 habitantes, con foco central en el norte del país. Serán 200 este año, 121 el próximo y 29 en 2022 completarán el objetivo.
Con el TAC serán conectadas unas tres millones de personas en Brasil, dijo Labriola y agregó que “en Brasil hay dos problemas: el primero es la cobertura, y este acuerdo ayudará a mejorarla, y el segundo es que el sector es el que más reclamos genera por parte de consumidores. Debemos asumir el compromiso de mejorar los servicios para el cliente”. Las autoridades locales, en tanto, hicieron énfasis en que este tipo de acuerdos marca un nuevo paradigma en materia de sanciones.
