El gasto total en servicios de telecomunicaciones a nivel mundial durante el 2020 será de 1,6 billones de dólares, lo que implica una disminución del 0,8 por ciento respecto del 2019, según IDC. Esta tendencia continuará durante el 2021.
Esta caída no representa una mala noticia en sí misma, ya que, como consecuencia de las medidas de aislamiento social impuestas por los gobiernos, se redujeron los contactos cara a cara, pero aumentó el consumo de servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, es esperable que otras consecuencias de la pandemia, como el impacto económico del cierre de negocios, el aumento del desempleo, la congelamiento de las actividades turísticas y la reducción del gasto de los consumidores en productos y servicios no esenciales, afecten negativamente en el mercado.
En la perspectiva regional, la menos afectada es América, que además de ser el continente con mayor gasto en telecomunicaciones, es la región que sufrió la menor caída: solo el 0,04 por ciento comparado con el año anterior. Asia/Pacífico expone la mayor caída interanual, 1,4 por ciento y luego África, Europa y Medio Oriente con una disminución del 1,2 por ciento. Estas regiones fueron las más castigadas como consecuencia de una mayor audiencia sensible a los precios, propia de los países de bajos ingresos de África y Asia. Se estima que las poblaciones más vulnerables económicamente orientarán su gasto hacia los servicios esenciales, por ende, no debe espera que estas regiones vuelvan a crecer hasta el 2022.