La comercialización de teléfonos inteligentes usados sigue en aumento. IDC calcula que en 2020 se vendieron 225,4 millones de unidades de este tipo en el mundo, lo que representa un 9,2 por ciento más que lo informado un año atrás. “En contraste con las recientes caídas en los envíos de nuevos teléfonos, el mercado de usados no muestra signos de desaceleración en ninguna parte del mundo”, indica el informe.
Son considerados usados aquellos teléfonos inteligentes que ya fueron utilizados y desechados por sus dueños en un punto de recolección. Estos dispositivos son revisados, reacondicionados y se comercializan a través de distintos canales. No entran en la cuenta aquellos obsequiados o que son intercambiados entre personas. Aunque la pandemia planteó desafíos, la mayoría de los proveedores de este tipo logró suplirlas.
La mayor ventaja al comprar este tipo de dispositivos es el precio. Proveedores como Apple, Samsung y Huawei implementaron sus propios programas con ofertas de intercambio agresivas en comparación con otros canales. Los operadores, en tanto, utilizan el intercambio con otras estrategias, como planes o servicios familiares, para que los usuarios se actualicen.
El movimiento está concentrado en América del Norte, región que acaparó el 24,4 por ciento de las ventas de teléfonos inteligentes utilizados en 2020. El 75,6 por ciento restante, un universo de 170,4 millones de equipos, se vendieron en el resto del mundo. Para 2024 la previsión es que se comercialicen 351,6 millones en total, tras una crecimiento acumulado (CAGR) de 11,2 por ciento en cinco años.