Operadores, cuidado con la llegada de la 5G y el negocio de los videojuegos

En la era digital las barreras de entrada a ciertos servicios son muchos más bajas que en el pasado. Todo lo relacionado con la venta y distribución de artículos como películas, música, libros o videojuegos son industrias que se vuelven tentadoras cuando el trabajo principal es la creación de los contenidos porque la distribución y llegada al público es directa a través de la conectividad, evitando muchos pasos intermedios y logísticos que, en el pasado, suponían barreras de entrada demasiado elevadas. Ahora que estas barreras han caído al suelo, es intuitivamente normal que muchas empresas busquen cruzarla sin realmente analizar las consecuencias. Otras deciden cruzarla como mecanismo para iniciar la hoguera de un ecosistema para potenciar un negocio existente.

No tengo claro en cual de las dos categorías cae Google y su reciente anuncio de cancelar la producción y desarrollo de videojuegos para su plataforma en la nube Stadia. El motivo de la cancelación después de dos años es sencillo: producir juegos de calidad en un mercado tan competitivo es demasiado caro en términos de dinero y tiempo. Y esto no lo dice cualquiera, porque ¿cuántas empresas están al nivel de Google para invertir tiempo y dinero en cualquier industria y tener los recursos para ser competitivos?

Este podría ser un nuevo caso de subestimar la especialización. En un mercado donde todo el mundo ve tanto potencial y barreras de entrada relativamente bajas, todos aquellos cercanos al software, la nube o una red de telecomunicaciones persiguen entrar al segmento de los videojuegos, cada cual aprovechando sus atributos existentes, los cuales creen que pueden ser decisivos para pelear en un mercado donde hay muchos jugadores altamente especializados. La realidad que acaba de comprobar Google es clara: tener la tecnología o la plataforma no necesariamente genera sinergias suficientes para ser competitivo en el desarrollo de videojuegos, algo que los fabricantes de consolas saben desde hace tiempo.

Y ahora llega la 5G y el edge cloudificado al sector de los operadores móviles. Las nuevas capacidades permiten nuevamente querer cruzar ciertas barreras que ahora son mucho más bajas y adentrarse a jugar juegos que requieren un alto nivel de especialización. Está claro que los operadores entrarán al mercado de los videojuegos, no en vano el 51 por ciento de los ingresos mundiales asociados a videojuegos se generan en dispositivos móviles, según datos de la empresa DCI. Los operadores móviles si de algo están hartos es de que todo el mundo se aproveche de su infraestructura para generar ingresos mientras ellos ven pasar los nuevos negocios sin poder estirar la mano para agarrar una porción.

La 5G se convierte, nuevamente, en esa tentación que puede empujar a los operadores a sobreexcitarse con el mercado de los videojuegos, adentrándose a niveles que puedan ser perjudiciales porque dar marcha atrás no les saldrá barato y puede alejarse de ocupar un espacio competitivo en dicho segmento. Hasta donde debe penetrar cada operador en el sector de los videojuegos móviles es algo que cada cual tendrá que determinar en base a su posición de mercado y recursos.

Este editorial es solo una nota de precaución ante la efervescencia que provocará en el mercado de las telecomunicaciones juntar a la 5G con el mercado de los videojuegos móviles y las proyecciones de ingresos millonarios.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.