Movistar Chile se apunta a la innovación energética en línea con la tendencia internacional del sector de emisiones cero

El cambio climático es el próximo gran desafío de la humanidad: lo dice Bill Gates, magnate estadounidense y fundador de Microsoft, lo señalan los indicadores medioambientales y lo está empezando a entender el sector de las telecomunicaciones, porque hoy, innovar también significa ser sustentable y en eso avanzan operadores como Telefónica y Deutsche Telekom (DT), entre otros. De hecho, esta semana en Chile, de la mano de Movistar, la región también se apunta a la innovación energética en lo que parece será un efecto dominó que acabará afectando a todos los operadores de la región, quieran o no, porque hasta los fabricantes están empezando a crear soluciones más eficientes.

Pero empecemos desde el principio. Ya en 2015 Gates sorprendía a todos con una sentencia que parecía de ciencia ficción y que vaticinaba el advenimiento de una pandemia a escala global; similar a la que desde hace más de un año tiene en vilo al planeta. Su reciente libro “Cómo evitar un desastre climático” enciende nuevas alertas porque considera que “estamos en un momento crucial” e insta al mundo corporativo, político y social a evitar el desastre mediante la cero emisión de gases de efecto invernadero, el uso de herramientas sustentables, de energía solar y eólica, por ejemplo, y la implementación de tecnologías innovadoras.

El Acuerdo Climático de París, como parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), propone limitar el calentamiento global a menos de 1,5 grados centígrados. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional de Alemania, Deutsche Wetterdienst, advirtió que el nivel actual de emisiones de CO2 conduciría a un aumento de las temperaturas de tres a cuatro grados en todo el mundo a finales de este siglo.

La sustentabilidad, en ese sentido, es parte de una cosmovisión que el mercado corporativo en general, y el de las telecomunicaciones en particular, puede adoptar como estrategia de innovación: porque tiene sentido cuidar el planeta en el que irremediablemente viven, porque tiene buena prensa el cuidado medioambiental y porque una gran parte del plan trae aparejadas nuevas economías de escala y ahorros económicos.

Movistar Chile, por ejemplo, adelantó esta semana que el 40 por ciento del total de sus redes de telecomunicaciones y el 60 por ciento de su red fija serán abastecidas con energías limpias, estrategia que se enmarca en la iniciativa de su casa matriz que estableció como parámetro que “la digitalización es una palanca clave para descarbonizar la economía” y se prometió ser neutra en dióxido de carbono (CO2) en 2050.

DT, a su vez, anunció el endurecimiento de sus objetivos climáticos entre los que se encuentra la neutralidad climática para las emisiones internas en 2025 y adelantó diez años, al 2040, su objetivo de llevar a cero las emisiones involucradas desde la etapa de producción hasta la operación por parte del cliente.

El acuerdo chileno y el plan matriz. De la mano del socio estratégico Acciona, Movistar Chile avanza en la incorporación de suministro energético renovable, eólicos y solares que, en Chile, actualmente ascienden a 684MW, y que le permitirán al operador reducir en 42.400 toneladas sus emisiones de CO2 al año; es decir, el equivalente a sacar de circulación por un año a 23.000 automóviles o la captura de carbono de 75.000 árboles durante 25 años.

Inclusive, esta apuesta está en sintonía con la certificación ISO 140001 con el que el operador acredita trabajar con los más altos estándares medio ambientales, al tiempo que prevé avanzar en la obtención del estándar ISO 50001, vinculado, justamente, a la reducción de consumo, minimizar la huella de carbono y reducir sus costos mediante el uso de energías sostenibles.

“Si queremos tener un negocio sostenible en el tiempo tenemos y debemos ser responsables con las externalidades de nuestras operaciones y, al mismo tiempo, que éstas funcionen de la forma más eficiente y con el menor impacto medio ambiental posible”, sostuvo José Antonio Rodríguez, gerente de Gestión Económica de Redes & Control del operador chileno.

“En Chile cerca del 50 por ciento de la electricidad que se genera aún proviene de fuentes fósiles, por lo tanto, es clave que cada vez más empresas apuesten por abastecer sus consumos con energías renovables”, señaló Lionel Roa, gerente de Gestión de Energía de Acciona y recordó la inversión de 1.200 millones de dólares realizados por la compañía para ofrecer un portafolio de soluciones regenerativas para una economía descarbonizada.

Ya en diciembre de 2019, Telefónica se propuso ayudar a contener el aumento de la temperatura global mediante el objetivo de reducir en un 85 por ciento el consumo de energía por unidad de tráfico de datos en 2025, lograr que el 85 por ciento del consumo de electricidad sea renovable en 2025 y el 100 por ciento en 2030, además de disminuir a la mitad las emisiones de CO2 en 2025, en un 70 por ciento en 2030 y alcanzar la cero emisión en 2050.

En aquella oportunidad, Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica en España sostuvo que su modelo de negocio sostenible está relacionado con “la transformación de las redes, el incremento de su capacidad, pero de un modo eficiente, y la oferta de los mejores servicios con el menor impacto ambiental”.

Sintonía alemana. Los 291 millones de clientes de DT navegan por una red suministrada con electricidad procedente de fuentes de energía renovables, sin embargo, el operador alemán decidió reforzar sus planes medioambientales.

El anuncio, realizado hace apenas unos días, involucra reducir sus emisiones internas hasta en un 95 por ciento en comparación a 2017 y eliminar por completo su huella de carbono hacia 2040, diez años antes que lo previsto originalmente.

Entre las iniciativas previstas por el operador para alcanzar los objetivos previstos, se encuentra una decisión clara de usar la energía de forma más eficiente por la tecnología de su red y equipos —obsolescencia que requiere de altos niveles de consumo—, pero también por la optimización de sus edificios y la incorporación de vehículos eléctricos, entre otras iniciativas.

Otro buen ejemplo puede ser la inmensa cantidad de estudios que versan en torno a la eficiencia energética que promete 5G. Indudablemente, innovar en buena medida implica ir hacia adelante. Además, es saludable, no sólo porque implica la posibilidad de incorporar nuevas prácticas y herramientas sino, en este caso, porque promete salvar el propio cielo.

Las sumas de buenas intenciones y de políticas efectivas, tanto públicas como privadas, ayudarán a enfrentar una problemática que, parafraseando el título del libro de Gabriel García Márquez, es ya una crónica anunciada.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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