El presupuesto federal de Brasil, sancionado la semana pasada, prevé el achicamiento de los desembolsos oficiales que buscaban impulsar al sector de las telecomunicaciones y avanzar en la tarea de reducir la brecha digital y, casi en simultáneo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció la aprobación de fondos que impulsarán al programa Brasil Más Digital, y su apuesta por contribuir a la transformación digital del país.
Las economías domésticas saben mejor que nadie que la plata va y viene pero, en este caso, pareciera que el flujo es asimétrico: mientras se achicó el monto previsto en las arcas oficiales para abonar a la tan mentada inclusión digital, el país recibió la aprobación al acceso a un crédito condicional para proyectos de inversión (CCLIP), reembolsable a 25 años y con una gracia de cinco años y medio.
La quita de partidas que prevé el presupuesto 2021 fue publicada en los portales Telesintese y Teletime y anunciada por el Estado brasileño el jueves pasado, e incluye un achicamiento de casi 114.000 dólares (624.000 reales) a las arcas de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) para su control y fiscalización; la baja de casi 59.000 dólares (320.000 reales) en el Fondo de Desarrollo Tecnológico de las Telecomunicaciones (Funttel), destinado a acciones de política productiva e innovación tecnológica; y la merma de casi siete millones de dólares (unos 38 millones de reales) al monto que impulsa la inclusión digital en aquel país y que se sumaron otros recortes que sufrió el Ministerio de Comunicaciones.
Antes de sancionar este presupuesto, el gobierno había avalado la Ley 14.143 que elimina del cálculo de la meta fiscal en los gastos con el Programa Nacional de Apoyo a la Micro y Pequeña Empresa (Pronampe), el Beneficio de Mantenimiento de Emergencia Empleo e Ingresos (Bem, por sus siglas en portugués) y acciones de salud dirigidas a enfrentar la pandemia de coronavirus.
A su vez, y en lo que refiere al financiamiento que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó, de unos 183 millones de dólares (1.000 millones de reales) para el programa Brasil Más Digital, que apunta a desarrollar la infraestructura digital, la economía digital, el gobierno digital y otros factores habilitadores para que, quien lo reciba, mejore la accesibilidad tecnológica, colabore en la reducción de la burocracia en el sector público, fomente la alfabetización digital y la capacitación personal.
En este caso, el primer beneficiado será el Estado de Ceará quien recibirá unos cinco millones de dólares (28 millones de reales) para sumar eficiencia de gestión pública y, sobre todo de su Tribunal de Justicia (TJCE).
Se supone que esta apuesta beneficiará a unas 2,5 millones de personas que consultan al TJCE gracias a que su mejora en la eficiencia redunde en ahorros de tiempo y de costos, además de contemplar la capacitación de sus más de 3.700 funcionarios.
La brecha digital en Brasil es profunda, hacia adentro de los hogares pero también en el propio Estado. Inclusive, en una reciente entrevista otorgada por Nilo Pasquali, superintendente de Planeamiento y Reglamentación de Anatel, al portal Brecha Cero, “el principal desafío es ampliar el acceso a Internet en banda ancha para los hogares de Brasil” y subrayó la importancia que la tecnología 5G tendría en ese escenario, aunque son cotidianas las marchas y contramarchas de su licitación.
Asimismo, y según datos del BID, el 60 por ciento de los estados brasileros no posee una estrategia de transformación digital ni tampoco la tienen sus sistemas y/o servicios integrados, al tiempo que sólo cuatro tienen un plan previsto y otros seis están en preparación, entre los que se encuentra Ceará.
