La disparidad en el acceso a Internet en la Argentina es tan amplia como este país. Aunque la penetración de este servicio es del 68 por ciento, hay todavía nueve provincias, sobre un total de 24 estados, cuyos niveles de conectividad cubren a menos del 50 por ciento de la población, lo que implica que al menos la mitad de sus habitantes tiene impedido el acceso a prestaciones básicas que, en pandemia, pudieron ofrecerse sólo por la vía virtual.
Así lo revelaron los resultados del último informe del Cabase Internet Index, de la Cámara Argentina de Internet, en el que además de mostrar que el 32 por ciento de los hogares de este país aún no posee un acceso fijo, sólo seis provincias tienen una penetración por encima del 70 por ciento.
Se trata de los principales aglomerados urbanos de este país, asentados en la Capital Federal, y también en las provincias de Córdoba, Santa Fe y La Pampa (donde, además, se concentra gran parte de la actividad agropecuaria) además de Tierra del Fuego, la más austral del país, y San Luis, provincia en la que hace 20 años se implementó una política digital que le permite tener estos registros. La provincia de Buenos Aires, donde se concentra prácticamente un tercio de la población de todo el país, ostenta un 69 por ciento de penetración.
La Argentina cuenta con 23 provincias y un distrito federal. Que nueve provincias ostenten niveles por debajo del 50 por ciento de acceso muestra con claridad que falta trabajar en el diseño de políticas públicas que impulsen al mercado a continuar desplegando redes que, más allá del contexto actual en el que se advierte la necesidad y la urgencia, será vital para las próximas evoluciones tecnológicas.
Si bien hay un grupo de provincias que se ubica entre ese 50 y 70 por ciento de penetración del servicio que no es menor, hay otro, importante, que está por debajo de esa línea. Se trata de Catamarca (49 por ciento), Santiago del Estero (44 por ciento), Chaco y Misiones, ambas con un 43 por ciento; Corrientes (42 por ciento), Mendoza, el quinto distrito electoral, con un 39 por ciento, Santa Cruz (37 por ciento), San Juan (36 por ciento) y Formosa (32 por ciento). Entre todas suman unos cinco millones de habitantes, lo que muestra que al menos 2,5 millones no tiene acceso a conectividad fija.
El informe de Cabase tomó los datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) a diciembre de 2020 que indicó que en este país, compuesto por más de 13 millones de hogares, hay 9.571.562 accesos fijos a Internet, es decir, 8,9 por ciento más que en 2019. Sin embargo, en la Cámara profundizaron en el análisis y concluyeron que “el nivel de crecimiento durante los últimos cinco años fue en promedio del 2,8 por ciento anual, ritmo claramente muy lento para alcanzar la universalización del servicio, objetivo que de continuar esta tendencia demandaría unos 12 años para su concreción”.
Pese a la mala situación de conectividad en que se encuentran las provincias mencionadas, el reporte también se reservó un espacio para el optimismo. Apuntó que en la Patagonia se registró el mayor crecimiento, en torno al 14,7 por ciento. Chubut, conocida por los avistajes de ballenas y en donde Movistar realiza una prueba de Open RAN, registró una evolución interanual del 36 por ciento.
Le siguió la región de Cuyo, al oeste de este país, lindante con Chile, que experimentó un incremento del 13,52 por ciento en los accesos fijos donde Mendoza se destacó por haber avanzado un 16 por ciento.
El Noroeste Argentino (NOA) creció un 13,11 por ciento en cantidad de accesos y fue Tucumán la que lideró a este grupo con un 16 por ciento más de conexiones en la comparación interanual.
El Noreste Argentino (NEA), conocido por las Cataratas del Iguazú, tuvo un alza de 11,55 por ciento. Chaco, una de las provincias más afectadas por el covid-19 desde el inicio de la pandemia, registró una suba de 18 por ciento. En el centro, que creció un 7,65 por ciento, Buenos Aires fue la que tuvo el mayor avance, al contar con 9 por ciento más de accesos a Internet pero, como se dijo, todavía no le alcanzó para quebrar la barrera del 70 por ciento.
El informe de Cabase también incluyó aspectos relacionados con la segunda ola de covid y el confinamiento que, en este año, se aplica de manera intermitente y en donde los gobiernos de las provincias tienen potestad para decidir medidas unilateralmente en función de su situación particular.
“El aislamiento estricto impuesto en los grandes centros urbanos y las regiones consideradas de alto riesgo epidemiológico durante mayo generaron un nuevo incremento del tráfico de datos que circula en la Red Nacional de 32 Puntos Regionales de Interconexión de Internet (IXP) de Cabase, que superó la marca de los 1.000 Gbps en mayo de este año, mostrando un crecimiento del 10 por ciento respecto de la media del mes de abril de 2021”, señaló el reporte.
Este mayor nivel de consumo, sumado al incremento de 50 por ciento del tráfico promedio registrado entre diciembre de 2019 y 2020, llevó a que el presidente de la Cámara, Ariel Graizer, volviera a expresarse sobre la necesidad de contar con regulaciones que permitan planificar inversiones a futuro.
“En esta industria, las inversiones y el tendido de redes se hacen previendo el crecimiento de varios años dado que, en condiciones normales, esas inversiones se recuperan a futuro. Es por esto que la infraestructura del país pudo soportar el crecimiento explosivo y no previsto generado por la pandemia. Pero, desgraciadamente, con ese pico nos comimos el margen de crecimiento de varios años con los que se planificó esa infraestructura. Hoy resulta preocupante la sustentabilidad de las redes a futuro ya que con el impacto del DNU 690, el flujo de inversión en mantenimiento y upgrade de las redes se vio interrumpido en agosto del año pasado y aún hoy sigue sin recomponerse”, concluyó Graizer.
