La banda ancha gana velocidad en Argentina pero le llevará 12 años universalizar la conectividad

El 51 por ciento de las conexiones a internet en la Argentina superan los 20 Mbps pero solo el 12,1 por ciento corren por fibra óptica y la penetración del servicio alcanza al 66 por ciento de la población. Si las cosas se mantienen como están en este país, cubrir al 34 por ciento que aún no está conectado demandará de unos 12 años, siempre y cuando no se produzcan cambios tanto a nivel macroeconómico como de política pública.

Estas fueron algunas de las conclusiones que se señalaron durante la presentación del Cabase Internet Index de la cámara que nuclea a las empresas de internet de la Argentina, principalmente pymes y cooperativas de telecomunicaciones que operan en diversos puntos del país.

Si bien los números mostraron avances sobre la calidad de los servicios, lo cierto es que la conectividad apenas avanzó un 2,1 por ciento entre 2019 y 2020, lo que muestra la situación de estancamiento en que se encuentra el sector, atravesado en este país por una serie de definiciones políticas que, lejos de alentar nuevas inversiones, las están estancando.

El reporte, que toma los datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) mostró que las conexiones de más de 20 Mbps pasaron de una participación de 40 por ciento en 2019 a ubicarse por encima del 50 por ciento en 2020. En simultáneo, aquellos accesos de menos de 20 Mbps se contraen de un 60 por ciento a un 49 por ciento en el mismo período analizado.

Esto evidenció un incremento en la calidad de las conexiones en el año de la pandemia, donde el tráfico pegó un salto, especialmente en la segunda quincena de marzo de 2020, cuando en la Argentina se iniciaron las restricciones por el covid-19.

Para Ariel Graizer, presidente de Cabase, “el panorama del año pasado demostró que la industria estuvo a la altura de las circunstancias y respondió a lo que se necesitó. Las redes soportaron gracias a las inversiones realizadas hasta esos momentos. La previsibilidad con la que veníamos trabajando permitió soportar ese pico de más de 40 por ciento de aumento del tráfico al inicio de la cuarentena, y lo hizo durante el año”.

Más allá de que la primera mirada sobre estos números es positiva, comienzan a aparecer matices cuando se pone la lupa sobre cada uno de los aspectos en particular del sector y que van desde cuestiones técnicas hasta las políticas que se definieron en este país en 2020, luego de que se advirtiera el rol esencial que cumplirían las telecomunicaciones durante el aislamiento.

A la hora de evaluar las tecnologías de conectividad, el reporte indicó que los accesos de ADSL cayeron un 23,79 por ciento en favor del crecimiento de la fibra óptica, que avanzó un 34,58 por ciento, de las conexiones inalámbricas, que lo hicieron en un 19,68 por ciento, y el cablemódem, en  un 7,33 por ciento.

El cablemódem continúa siendo la principal tecnología de acceso ya que totaliza el 56,21 por ciento del total, seguidas por el ADSL que resiste con un 24,2 por ciento. La fibra óptica ostenta un 12,1 por ciento y el wireless un 4,42 por ciento. Una comparación odiosa: en Chile las conexiones por fibra óptica ya representan el 40.9 por ciento del total y su penetración supera, inclusive, al de los países de la OCDE.

Si se suman las tecnologías obsoletas, tal como son el ADSL y el wireless, se advierte que hay prácticamente un 30 por ciento del total de las conexiones que deben evolucionar hacia una mejor plataforma. La fibra óptica es la que se impone pero su participación todavía tiene poco peso en el contexto general. Más si se advierte que los mayores despliegues se concentran en las grandes urbes, como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

Aquí es donde también se ven las disparidades que presenta este país. Una provincia como Mendoza, cuarto distrito electoral que en 2020 definió políticas vinculadas con el impulso a la economía del conocimiento, experimentó una caída de 8,12 por ciento en la cantidad de accesos en 2020, situación que también se repitió otras provincias pero también en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal, donde se concentran también las poblaciones de menores recursos.

“Tenemos la realidad de las distintas provincias, con más o menos penetración, provincias que han crecido bastante y otras que siguen bastante mal. Esto muestra la falta de una ley nacional que entienda que somos un país federal pero también que falta una estructura que permita y sea clara respecto a que provincias y municipios faciliten el desarrollo de fibra e inversiones que permitan mejorar las condiciones de conectividad”, señaló Graizer.

Ahí fue cuando, al mirar la evolución de la conectividad se advirtió que su avance fue de sólo 2 por ciento entre 2019 y 2020, y resulta difícil predecir cómo se transitará ese camino en este 2021 en virtud de las políticas definidas para este sector en materia de precios, principalmente.

“A este ritmo de crecimiento faltan 12 años para cubrir el 34 por ciento de la población que aún no está conectada, pero confiamos que con políticas públicas que promuevan la competencia, la universalización del acceso se va a acelerar”, indicó el presidente de la Cámara Argentina de Internet.

Reiteró que, en la visión de este segmento de la industria, las telecomunicaciones son un servicio esencial porque eso quedó demostrado en la pandemia. Pero subrayó, en sintonía con lo que también declaran los grandes operadores de telecomunicaciones, que se necesita libertad de precios para alentar inversiones y avanzar sobre la universalización.

El gobierno argentino autorizó hasta ahora sólo tres aumentos de precios en lo que va del año para el sector de las telecomunicaciones conformado por pymes y cooperativas, y todavía no está claro cuándo se permitirá un nuevo incremento luego de un 2020 de precios congelados.

“Necesitamos que haya libertad de precios y mecanismos que nos permitan tener beneficios para el desarrollo de la universalización. Que el desarrollo de la actividad privada tenga una pendiente más alta para llegar más rápido”, expresó.

Respecto a cómo se comportarán las inversiones en este 2021, el directivo indicó que lo que se hizo en 2020 se logró con la planificación realizada para entonces y que, hacia adelante, “no hay planificación porque no hay certidumbre”.

“Ante la imposibilidad de saber cómo se va a repagar (el servicio) paramos inversiones o nos concentramos en los lugares en que estábamos sin chance de ampliar. Hay que recordar que muchos de los componentes de la red no se fabrican en la Argentina y fue uno de los factores que demoraron lo que estaba en curso. Muchos de los proyectos que estaban en análisis se frenaron. Y nunca tuvimos esta situación de no saber a que precios vamos a vender”, describió.

Esto sucede ante un 2021 que se perfila con nuevos crecimientos de tráfico, del orden del 50 por ciento tal como venía sucediendo antes de la pandemia, pero sin posibilidad de saber si será posible llegar a más hogares o no.

“Nosotros queremos llegar a la universalización del acceso pero para eso tenemos que tener reglas claras y eso es la ecuación económica que soporte la inversión y las políticas públicas que la promuevan. Hoy no estamos en esa situación”, concluyó.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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