Si hasta ahora creyó leerlo todo sobre 5G y su promesa de transformación digital e impacto en el entramado productivo de las economías del mundo, esta historia todavía tiene muchos capítulos para desarrollar, aunque algunos pueden servir más de recordatorio que de saltos hacia adelante. Sucede que, en paralelo a los despliegues de 5G, se desarrollará también Wi-Fi 6E. Entre ambas darán forma a un concepto que no es nuevo pero que parece tendrá su revival: las HetNets o, en criollo, las redes heterogéneas donde los usuarios pasarán de la una a la otra sin que se den cuenta, de manera transparente. Concepto que hace seis o siete años atrás era frecuente en la industria, hasta que la realidad mostró que no era tan sencillo esto de combinar tantas tecnologías.
La evolución y revolución que se espera de la mano de ambas tecnologías se vincula, en parte, con la discusión que hubo especialmente en el último año en relación a la banda de 6GHz. Mientras en América Latina un grupo de países ya se inclinó para darle el total de los 1.200 MHz disponibles a Wi-Fi pese a que los operadores de telecomunicaciones reclaman reservar la mitad para 5G, esta controversia dio lugar a la discusión sobre cómo hacer confluir a ambas tecnologías de la mejor manera para cumplir con la premisa máxima de la hiperconectividad.
Sin dudas, será 5G la que mueva el ritmo de la industria de las telecomunicaciones. Se prevé que la inversión en equipamiento pase de 1.500 millones de dólares previsto para el cierre de 2021 a más de 19.000 millones de dólares hacia 2027. El crecimiento más acelerado se dará en los principales mercados entre 2022 y 2025 para, luego, comenzar a declinar. China, Japón, Alemania y Estados Unidos serán las protagonistas de esta época y, a medida que se acerque el final de la década será el turno de los países más rezagados, según un informe de ReThink Technology Research.
Para ese entonces, ya habrán 26,6 millones de redes privadas 5G desplegadas en el mundo sobre 1,1 millón que, se prevé, existirán hacia el final de este 2021.
Aquí reside el secreto de los rápidos despliegues de 5G. Serán las redes privadas las que acelerarán las inversiones en tecnología más que las de alcance masivo. Y junto a ese movimiento habrá un gran desarrollo de edge computing que permitirá la creación de aplicaciones puntuales para sectores como los de manufacturas, servicios públicos, y telemedicina, entre otros. Es decir, lo conocido. En paralelo, 4G todavía tendrá un resto, básicamente en donde registra pendientes, como América latina.
¿Qué pasará entonces con Wi-Fi y las HetNets del principio de este artículo? En paralelo a 5G se desplegarán las nuevas redes Wi-Fi 6E que, en muchos casos, serán el complemento de la quinta generación móvil. Esta combinación pareciera ser la que dará lugar al revival de las redes heterogéneas. Aunque ahora con la participación de una tecnología más madura, la Inteligencia Artificial (IA) que podría ser la responsable de amalgamar las distintas tecnologías que hay en una red para que, justamente, se pueda traspasar de una tecnología de red a la otra sin que el usuario lo note.
El reporte asegura que Wi-Fi 6E tendrá el mismo nivel de crecimiento que 5G, y que cuando comience a declinar será el momento para el surgimiento más concreto de Wi-Fi 7, tecnología sobre la que algunas compañías ya investigan, y cuyo el rol será el de cerrar a la perfección ese circuito de traspaso de una tecnología a la otra como si se estuviese navegando siempre en el mismo mar.
Lo concreto es que la tarea de Wi-Fi 6E será estar ahí en donde su rendimiento sea mejor que el de 5G y esto incluirá casos de uso en la Banda Ancha Móvil Mejorada (eMBB) que exigen tasas de transferencia de datos muy alta. Esto podría traducirse, a medida que se avance en la década, en la conformación de HetNets mejor definidas que podría habilitar, así, nuevos negocios, y dar lugar a la hiperconectividad masiva.
