Cuando la vida pasa on line, la conectividad es la clave

Llenar la pava. Es algo que la mayoría de nosotros hacemos varias veces al día, sin dar mucha importancia a la inmediatez y la disponibilidad de agua dulce. Mientras me preparaba el té esta mañana, me puse al día con las noticias en mi teléfono. Al deslizarme por la pantalla puedo ver lo que sucede en el mundo y en el trabajo. Así como esperamos que el agua fluya a través de nuestros grifos, esperamos conectarnos instantáneamente.

Durante estos últimos 15 meses, la conectividad ha permitido que nuestros sistemas continúen en funcionamiento como nunca antes. Millones de personas han tenido que trabajar desde casa debido al covid-19, y para muchos niños la virtualidad ha sido la única forma de obtener algún tipo de educación. La conectividad ha sido vital para todo, desde comprar hasta reservar turnos médicos. Y también ha sido una bendición para nuestra salud mental, gracias a los entrenamientos de YouTube, las aplicaciones de meditación y el acceso a la música (¡no sé dónde estaría sin mis listas de reproducción de Spotify!). La conectividad significa que podemos conversar con amigos y familiares y ha llenado el vacío cuando se cerraron las puertas de las galerías de arte y los teatros. Básicamente, durante toda la pandemia, la conectividad ha sido un salvavidas.

Y aunque ahora damos por sentada su presencia, para aquellos que no pueden conectarse o donde falta conectividad de alta velocidad, puede tener consecuencias importantes.

Es extraño pensar que todavía no he cruzado las puertas de un edificio de Ericsson, a pesar de haber trabajado aquí más de un año. Pero la incorporación remota se ha convertido en un estándar. Como todos nosotros, he construido relaciones, recluté miembros del equipo y realicé negocios desde mi escritorio en casa.

Todos hemos aprendido de primera mano cómo utilizar las herramientas digitales para realizar nuestro trabajo y colaborar entre nosotros, no solo en el día a día, sino en conferencias de la industria, grandes eventos y actividades de networking. Todos hemos tenido que improvisar y realizarlos de nuevas formas on line.

Y fuera del trabajo, la enorme aceleración de la digitalización ha tenido un impacto en nuestro acceso a los servicios públicos, desde las solicitudes de pasaportes hasta las votaciones.

¿Por qué todo esto importa? Porque cuando las actividades on line sustituyen a lo que ocurre en persona, las redes que lo hacen posible se vuelven más relevantes e importantes que nunca.

Entonces, si no podemos acceder a estas redes perdemos oportunidades, y eso se aplica a nuestros trabajos y también a la educación de nuestros hijos.

El año pasado, la UNESCO informó que 1.500 millones de niños se han visto afectados por el cierre de escuelas en todo el mundo. Para muchos estudiantes, el aprendizaje remoto ha sido imposible. Incluso en el Reino Unido, las estimaciones sugieren que hasta 1,3 millones de niños en edad escolar carecen de acceso confiable a Internet en el hogar.

La pandemia ha puesto el foco en este problema global de desigualdad en el acceso a los servicios on line. La conectividad es ahora un derecho humano básico, pero muchos carecen de acceso.

La agencia de las Naciones Unidas responsable de las tecnologías de la información y las comunicaciones ha declarado que todavía hay 3.600 millones de personas desconectadas. Y según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el 40 por ciento de las personas en las zonas rurales de Europa carecen actualmente de acceso a conexiones rápidas de banda ancha.

Esta brecha digital es un desafío real y urgente. Cerrar la brecha digital es vital para garantizar una distribución justa de las oportunidades digitales, en el empleo, la educación y la calidad de vida, entre países, ubicaciones, género, nivel socioeconómico y edad.

Recientemente tuve una pequeña muestra de cómo sería la vida sin una conexión de alta velocidad cuando me mudé de casa en Semana Santa. Si bien está a solo una milla de una carretera principal y no es remota, nuestro nuevo hogar se encuentra en una zona donde no hay fibra fija. Encontramos una solución, aquí está mi esposo James configurando nuestra red WiFi habilitada para 4G, pero me doy cuenta de que somos muy afortunados; no es una solución accesible para todos

Durante un discurso virtual en la Cumbre GTI a principios de este año, nuestro CEO, Börje Ekholm, habló sobre la creciente importancia de la conectividad inalámbrica que surgió de la mayor demanda – y la brecha digital que expuso- causada por el covid-19. Börje cree que el 5G se convertirá en la principal opción para la tecnología de acceso.

En Ericsson, estamos entusiasmados con el papel que puede desempeñar el 5G en la construcción de un futuro conectado junto con los beneficios económicos y sociales que brindará.

El potencial valor económico del 5G completo como una “plataforma de innovación abierta” podría sumar 250.000 millones de euros en beneficios para Europa, según este informe de Analysys Mason encargado por Ericsson. Desde vehículos conectados hasta automatización en tiempo real, desde robótica autónoma hasta realidad aumentada, el hilo común que une a casi todas las nuevas tecnologías emergentes es la necesidad de una conectividad inalámbrica segura, confiable y de alta capacidad.

Pero también hay un papel más simple, aunque esencial, que puede desempeñar el 5G: hacer que las comunidades desconectadas estén en línea. La tecnología de red móvil inalámbrica 5G hace que la conectividad de “última milla” en terrenos remotos y difíciles sea mucho más rápida y sencilla que colocar líneas fijas subterráneas.

En este artículo para la revista Wired, mi colega Jasmeet Sethi, director de Customer Insights en Ericsson ConsumerLab, describe cómo el 5G es una pieza importante del rompecabezas para cerrar la brecha digital. El 5G tiene el potencial de democratizar la conectividad ultrarrápida, y eso es realmente emocionante.

Además, el Foro Económico Mundial ha detallado cómo el 5G puede generar valor social en muchos de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, contribuyendo al consumo responsable, permitiendo ciudades y comunidades sostenibles e impulsando el crecimiento económico.

Entonces, además de las oportunidades comerciales, el impulso la innovación y el aumento al valor económico global, el 5G tiene un papel importante que desempeñar en áreas rurales previamente desconectadas, ayudando a las empresas locales a digitalizarse y conectarse con la economía global, impulsando la productividad y creando nuevas oportunidades de empleo y riqueza.

El desafío es que, a menos que los gobiernos y los responsables políticos implementen el 5G de manera expansiva, la desigualdad en la conectividad digital que vemos hoy se ampliará significativamente.

El trabajo en casa y el aprendizaje en línea llegaron para quedarse. Por eso, debemos establecer las bases para respaldar una infraestructura digital ultrarrápida que pueda impulsar la tan necesaria recuperación económica y social del covid-19.

En su discurso en la Cumbre GTI, Börje dijo que aquellos países que lideren con sus capacidades digitales obtendrán claras ventajas competitivas. Aquellos que no lo hagan perderán inevitablemente competitividad.

Cerrar la brecha digital es una cuestión fundamental de nuestro tiempo. Después de todo, ¿cómo podemos funcionar completamente y tener una experiencia totalmente inmersiva y respaldada en el siglo XXI, sin conectividad?

Así de valiosa es la conectividad, ¡pero debemos avanzar más rápido en 5G! El 5G trae un enorme potencial, con una serie de beneficios económicos y sociales. Al acelerar su despliegue, tenemos la oportunidad de cerrar la brecha digital, impulsando la recuperación post-pandémica.

Ya sea que se trate de educar a nuestros hijos, permitir que las comunidades accedan a servicios públicos digitales o proporcionar los medios para que hagamos nuestro trabajo, la conectividad es importante. Porque cuando la vida pasa en línea, la conectividad es la clave.

Como vicepresidenta de Marketing, Comunicaciones, Relaciones Gubernamentales y RSC de Ericsson en Europa y América Latina, Sally establece la dirección estratégica general de la unidad. Tiene experiencia en varios puestos de responsabilidad en marketing y comunicación, como en Vodafone, Samsung Electronics y, más recientemente, Tektronix. Es una defensora de la "tecnología para el bien" y le fascina el impacto de la tecnología disruptiva, como el 5G, y en particular su potencial para acelerar la innovación para las empresas tradicionales. Como embajadora de los negocios sostenibles, éticos y responsables, Sally cree firmemente en la creación de una cultura que dé prioridad a las personas. Desarrolla regularmente actividades, eventos y debates para ayudar a involucrar e inspirar a diversos equipos tanto dentro como fuera del lugar de trabajo. Durante los últimos años, también ha proporcionado entrenamiento regular a jóvenes talentos, además de aparecer regularmente en eventos educativos.

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