Después de haberse iniciado, en agosto pasado, las pruebas pilotos en zonas predefinidas de dos regiones de Chile, Starlink obtuvo la autorización de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) para comercializar esos servicios a nivel nacional.
La compañía comenzará a ofrecer los servicios a través de infraestructura desplegada en Caldera, Coquimbo, San Clemente, Puerto Saavedra y Puerto Montt. Hasta ahora, la empresa perteneciente al conglomerado Space X, de Elon Musk, venía realizando pruebas piloto en Sotomó, una localidad de la Región de Los Lagos, y en Caleta Sierra, en la Región de Coquimbo, ambas zonas alejadas de los centros urbanos y con falencias en la conectividad. Justamente, Musk está convencido de que el satélite es la tecnología que permite alcanzar a esas zonas, además de poder combinarse con otras alternativas para lograr los objetivos de conectividad.
Estas localidades en las que se realizó el piloto están alcanzadas por los satélites de baja órbita que la empresa ha lanzado al espacio, y que es frecuente ver surcando los cielos desde distintas partes del mundo. Además de Chile, Starlink tiene iniciados los trámites burocráticos para lanzar sus servicios comerciales en diversos países de América latina, como Brasil y México, entre otros.
Las telecomunicaciones se convirtieron, durante la pandemia, en servicios esenciales en el mundo y en distintos países de la región los gobiernos le imprimieron ese status a los servicios a fin de alcanzar al grueso de la población que sólo podía mantener las actividades a través de la virtualidad.
Es la razón por la que en los países no sólo se volvió prioritaria a nivel de política pública sino que, además, forma parte de las campañas políticas que se desarrollan en la región, donde los pronunciamientos sobre el valor de la conectividad nunca había tenido tanta relevancia como en estos tiempos.